El Empire State Building estrena un nuevo mirador en su punto más alto, la planta 102, con amplios ventanales de suelo a techo que permite a los visitantes caminar hasta el mismísimo borde del punto más alto (sin contar el pináculo) del edificio más famoso del mundo y disfrutar de unas espectaculares vistas de Manhattan y el resto de Nueva York desde 381 metros de altura.

Hasta ahora, los turistas accedían a una terraza abierta enrrejada en la planta 86 lo que limitaba las vistas y para llegar utilizaban varios ascensores interiores. Con la rehabilitación, para subir al nuevo Observatorio, que se inaugura este sábado 12 de octubre, acceden hasta la planta 86 donde cogerán un ascensor enteramente hecho de cristal. A medida que asciendan los 16 pisos a través de un recientemente renovado pozo de cristal hasta la planta 102, disfrutarán de una perspectiva nunca antes vista del mástil de la torre y vislumbrar sus mundialmente famosas luces.

Una vez que el ascensor se acerca a su destino, el público ya pueden echar un vistazo a las impresionantes panorámicas antes de salir y acceder al Observatorio. Compuesta por 24 ventanas de cristal de 2,5 metros de altura, la planta 102 es una plataforma de observación cerrada, que ofrece vistas de 360 grados de la urbe y más allá desde el corazón de la ciudad de Nueva York.

LA JOYA DE LA CORONA

"El Observatorio de la planta 102 es la joya de la corona del Empire State Building. Hemos eliminado todas los obstáculos para darles a los asistentes acceso a unas vistas con una ubicación céntrica e incomparable en la ciudad de Nueva York", ha explicado Anthony E. Malkin, presidente y consejero delegado de Empire State Realty Trust.

La construcción de la planta 102 comenzó en enero de 2019 dentro de una vanguardista estructura circular suspendida: la más alta de su tipo en Nueva York. Esta estructura circular posibilitó que el trabajo fuese llevado a cabo sin afectar a los visitantes del mundialmente famoso observatorio de la planta 86. El diseño y trabajo estructural, que destaca no solo las vistas al exterior, sino también la elegancia histórica de los detalles originales, fue realizado por un equipo de expertos de una quincena de empresas.

El Empire State es una de las atracciones favoritas de la Gran Manzana. Fue el edifcio más alto del mundo durante 40 años, de 1931 a 1971, año en que se construyo la Torre Norte del World Trade Center. Tras el atentado terrorista del 11-S en septiembre del 2001, en el que volvió a liderar la clasificación de los rascacielos más altos. Ahora es el quinto más alto de esta ciudad estadounidense.