La empresa alemana de ocio Ruf Reisen para la que trabajaban las cinco monitoras arrestadas por generar la ola de terror en Platja d’Aro ha pedido disculpas.

Este diario trató ayer de hablar con los trabajadores de Ruf Reisen que se alojan en Platja d’Aro en el hotel Rosamar y en el camping Vall d’Or, junto a los 300 adolescentes que han contratado el paquete vacacional que ofrece este operador. Estos rogaron que cualquier reacción debía gestionarse directamente con la dirección en Alemania y, este jueves, la empresa ha facilitado telemáticamente su opinión sobre el incidente.

En el correo, Ruf Reisen aclara que la “Celeb-Flash Mob” era una actividad prevista dentro del programa diseñado para entretener a sus clientes menores de edad. Consistía en disfrazar "de famoso" a uno de ellos y pasearlo por el exterior. Afuera, el resto de participantes compinchados debían simular que eran fans que lo reconocían y que le rogaban una fotografía o un autógrafo.

Tenía que ser algo “alegre” pero se convirtió en una acción “irreflexiva” porque los empleados no supieron medir la “percepción actual” del resto de turistas que no participaban del juego y que, al percibir el escándalo mientras cenaban, se asustaron.

La empresa pide disculpas y asegura que no volverá a realizar Flash Mob alguna “en el futuro”. Remarca también que se habían realizado en años anteriores actividades como esta sin que se registraraninguna incidencia. Insiste asimismo en que, por parte de las cinco monitoras arrestadas por los Mossos d’Esquadra, de 20 a 25 años, no existió “mala fe”.

El martes por la noche, debido al griterío de esta Flash Mob, los turistas se alteraron y se propagó el rumor de que alguien estaba disparando contra la gente en el paseo. Terminó en una estampida en el eje comercial saldada con once heridos leves. Las cinco monitoras quedaron ayer miércoles en libertad con cargos por desórdenes públicos tras declarar ante un juez de Sant Feliu de Guíxols.