El estado de enamoramiento es bueno para la salud, ayuda a frenar el envejecimiento, mejora el ánimo, disminuye el estrés y previene de enfermedades. Eso es lo que asegura la psicóloga del Hospital USP-San Jaime de Torrevieja Anna Gil, quien añade que “el amor nos hace sentirnos mejor en todos los aspectos, tanto físicos como psicológicos”.

El enamoramiento está producido por la “feniletilamina”, un compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas responsable de los cambios físicos que experimentamos al enamoramos, como ponerse rojo o sentir mariposas en el estómago. El compuesto se libera con actos tan simples como un cruce de miradas, un roce o un apretón de manos.

Tanto en la primera fase del enamoramiento, como en las parejas estables de larga duración, según expuso Gil, “el amor tiene notables efectos para la salud”, algunos tan sorprendentes como “el embellecimiento de la piel, el cabello y las uñas, gracias al aumento de estrógenos”. Además, previene el envejecimiento prematuro y aumenta la sensación de vitalidad, ya que se libera la hormona de la melatonina. “Por eso, cuando estamos enamorados no solo nos vemos mejor, sino que nos ven mejor, nuestra autoestima crece”, aseguró.

Según Gil, el amor hace que aumente la norepirefrina, la conocida como hormona del estrés, que afecta a la atención y el estado de ánimo. Su aumento hace que estemos más atentos y sensibles a la persona que amamos y nos lleva a “darnos por completo” y mimar y cuidar al otro.

“Como nos sentimos más felices, eufóricos e hiperactivos, el estrés se reduce y nos sentimos más vitales, además de mejorar nuestro ritmo cardiaco”, expuso la psicóloga. Sus “beneficiosas consecuencias” no terminan ahí, puesto que el enamoramiento fortalece el sistema inmunológico, “previniéndonos de enfermedades y ayudándonos a una mejor y pronta recuperación”. H