El municipio vizcaíno de Orduña, localidad natal de Iván Fandiño, acogió durante la tarde de este ayer el funeral por el alma del torero, fallecido el sábado en la localidad francesa de Aire Sur l’Adour, y cuyo cuerpo fue incinerado por la mañana en Llodio. La misa contó con un emocionante prólogo: los sones del pasodoble Iván Fandiño, tocado en los aledaños de la Iglesia de Santa María donde tuvo lugar el evento.

Junto a los familiares, amigos y demás personas especialmente allegadas al diestro que llenaron por completo la iglesia, no faltaron a la cita para dar su último adiós al torero compañeros de profesión como Enrique Ponce, El Juli, José Tomás, Miguel Ángel Perera, José María Manzanares, Espartaco, Pepín Liria, Javier Conde, Antonio Barrera, Morenito de Aranda, Miguel Abellán, Javier Valverde, El Cid, Juan José Padilla, Joselito Adame, Juan del Álamo, Diego Urdiales, Álvaro Lorenzo, Román, Juan Leal, Paulita, Sebastián Ritter, Rui Bento Vasques, Fernando Adrián, Javier Vázquez, Manolo Sánchez, Francisco Marco, Fernando Robleño, El Soro, Ortega Cano, Alberto Elvira, Sergio Aguilar, David Mora, Antonio Tejero… entre otros.

Enrique Ponce destacó de Fandiño «el sentido de su pureza» y afirmó que salía siempre a la plaza «a darlo todo». «Ha dado la vida por lo que más quería, el mundo del toro», dijo emocionado.

Por su parte, Espartaco alabó la «grandeza» y «seriedad» de Iván Fandiño. «Esté donde esté, se merece que lo saquen por la puerta grande», sentenció ayer.