Para Aqualia, la empresa que presta servicios del ciclo integral del agua, la meta es minimizar el impacto de su actividad empresarial, una meta que se acentúa por trabajar con un bien natural escaso y de primera necesidad como es el agua

En la reducción de ese impacto ambiental y social han sido los departamentos de Responsabilidad Social Corporativa los que, a pesar de no contar con estrategias infalibles, están consiguiendo buenos resultados. En el caso de Aqualia, una compañía para la que, como puede leerse en su último Informe de Gestión correspondiente al ejercicio del 2018, la gestión eficiente de los recursos hídricos es una actividad estratégica y un modelo de negocio que además de contribuir a la generación de riqueza busca tener un impacto positivo en el conjunto de la sociedad, ha tenido y sabido dotarse de un ambicioso Plan Director de Responsabilidad Social Corporativa que se asienta en tres líneas estratégicas y que cubren, de manera integral: la conexión con el cliente, la implementación de sistemas inteligentes avanzados y la acción social interna dirigida a incrementar la confianza y crédito de los empleados con iniciativas en materia de acción social, diálogo y transferencia de conocimiento y experiencia. Este es, según Aqualia, un aspecto clave que ha acelerado el avance de otros logros de cara al conjunto de la sociedad y de protección medio ambiental.

Ha sido el trabajo interno y la preparación de su equipo de personas lo que ha contribuido significativamente a la lucha contra el cambio climático y a la reducción del impacto en el entorno natural y en la sociedad. Potenciar el establecimiento de pautas de comportamiento ejemplar, trabajar a fondo en la cultura de la compañía, dotar a la organización de ejemplaridad, competencias, confianza y orgullo, así como movilizar al conjunto de los empleados, presentes y futuros, en torno a los objetivos estratégicos del grupo es su seña de identidad y su logro más destacado.

De dentro a fuera. Desde Aqualia se afirma que solo se pueden cumplir los objetivos de responsabilidad social y respeto del medio si antes se han establecido las bases para construir una empresa ejemplar. Está en marcha un completo plan para fomentar el desarrollo del potencial humano y la igualdad laboral, para crear un entorno saludable y para favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. Algunos datos significativos apuntan a que Aqualia ya presenta algunas cifras significativas: cerca de un 20% de mujeres en plantilla, 213 mujeres en puestos directivos o de mando y la participación de 1.166 féminas en programas de formación. Todo ello en el ámbito de un sector muy masculinizado.

En esa coyuntura, la empresa registra logros como ser la cuarta empresa de agua de Europa por población servida y estar entre las diez primeras del mundo, según el último ranking de Global Water Intelligence (agosto de 2019). En la actualidad presta servicio a más de 25 millones de usuarios en 1.100 municipios de 17 países, y se sitúa como marca de referencia en el sector, en valores como: especialización, vanguardia, transparencia e innovación. Según fuentes de la propia compañía, esto es debido a un equipo humano comprometido y experimentado que busca la mejora de la eficiencia en los procesos de producción y la optimización de los recursos y con una clara orientación hacia el ciudadano y el entorno natural.

Cuestión de beneficio. Si algo distingue hoy a Aqualia es el papel que juega el desarrollo sostenible como parte indisoluble de su modelo de negocio: conjugar la generación de un beneficio social y la justa rentabilidad de su actividad posiciona a la compañía en una situación de liderazgo en el sector de la gestión del agua. El compromiso y responsabilidad con los puntos geográficos en los que desarrolla su actividad no se limitan a la prestación del servicio sino que va un poco más allá para contribuir a mejorar la situación de las personas y, en especial, de los colectivos más vulnerables.

Capacidad de respuesta. Esta estructura empresarial que ha priorizado a su colectivo humano como fórmula para conseguir mejorar determinados beneficios para la sociedad y minimizar impactos negativos en el entorno hace posible, en paralelo, dar respuestas eficientes a situaciones atípicas. En esta crisis sanitaria se ha conseguido, por ejemplo, activar un plan de contingencia para garantizar la continuidad en los servicios ante la situación generada por el coronavirus y garantizar el funcionamiento de los servicios públicos del agua, sin dejar de lado la protección a los empleados de la compañía.

Se puede afirmar que en la actualidad se mantiene una total normalidad en lo que respecta a la garantía de calidad del agua del grifo, ya que los tratamientos de desinfección, habituales y normales, que se vienen aplicando son totalmente eficaces para la eliminación del virus. Y así lo reconoce el reciente informe técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Gestión de agua, saneamiento, higiene y residuos para COVID-19, publicado el pasado 3 de marzo.

Apoyo al ciudadano, también en situaciones difíciles. Desde Aqualia se han puesto en marcha medidas de higiene reforzadas tanto para el personal como para los medios materiales adscritos a los servicios. Para los equipos operativos también se han adoptado ya medidas extraordinarias como el establecimiento de retenes para servicios mínimos, la modificación de turnos, o la flexibilidad horaria, entre otras mejoras de cara a la potenciación de la seguridad.

Destacar finalmente, de cara al ciudadano que la atención presencial en las oficinas se suple con el resto de canales ya a disposición de los usuarios: atención telefónica (Aqualia contact) y medios telemáticos como la app "aqualia contact" y la oficina virtual ubicada en la página web de Aqualia.

La suspensión de los cortes es una de las medidas más destacadas que incluye el Plan de Contingencia con el objetivo de limitar y minimizar el impacto generado por la crisis del coronavirus en su actividad