Los equipos de rescate, provistos de buzos desechables y máscaras para protegerse de la contaminación, y con la ayuda de perros y dos grandes palas excavadoras, trabajaron ayer en diversas zonas del vertedero derrumbado en Zaldibar (Bizkaia) en la búsqueda de los cuerpos de los dos trabajadores sepultados por el desprendimiento registrado el pasado 6 de febrero y que ha generado una crisis en el País Vasco.

Una vez extinguido el pasado martes el incendio en el vertedero --este hecho no ha terminado con la preocupación de algunos vecinos de la zona--, los trabajos se centran ya en la búsqueda de los dos desaparecidos, mientras el Gobierno Vasco construye en terrenos próximos una celda con capacidad para unas 100.000 toneladas que albergará los residuos, catalogados como peligrosos por contener placas de fibrocemento con amianto.