El pasado día 2 se reunió en Lucerna el Consejo de Ministros de laAgencia Espacial Europea (ESA) y se aprobó el plan de actividades de la organización del 2017 al 2021 y su presupuesto. Entre otros proyectos se dio luz verde a una misión a Marte en la que un vehículo rodante explorará la superficie del planeta.

La ESA es una organización europea que reúne a 22 países -la mayoría de los miembros de la Unión más Suiza y Noruega- y que ha establecido contratos con otros países como Canadá. Gracias a la ESA, Europa es uno de los principales actores en las actividades del espacio, antes reservadas a Estados Unidos y la Unión Soviética, ahora Rusia. Mediante el trabajo de la ESA, por ejemplo, Europa participa en la Estación Espacial Internacional, que es en estos momentos uno de los mejores ejemplos de cooperación internacional.

En la reunión de Lucerna, los ministros de los países miembros de la ESA adjudicaron 10.000 millones de euros a varios programas que incluyen una nueva misión a Marte en el 2020 y rechazaron la exploración de un asteroide. Ello podría sorprender después de que la misión 'Rosetta' llegara a un cometa con éxito mientras que la sonda 'Schiaparelli', que debía explorar la superficie de Marte, se estrelló. Habrán considerado que Marte es el objeto del que podremos obtener informaciones más interesantes en los años venideros. Tarde o temprano alguien irá a Marte y quizá construiremos allí alguna estación habitada. Hay por lo tanto que acumular toda la información posible.

El espacio es uno de los principales retos tecnológicos actuales. Realizamos muchas actividades que sin darnos cuenta dependen de satélites, como es el caso del GPS o de las informaciones meteorológicas. Los satélites fotografían la tierra buscando recursos, siguiendo las cosechas o los movimientos militares. Quizá en algún momento colonizaremos Marte. Hay que ir para saber si allí ha habido vida en algún momento y si puede haberla en el futuro, pero siempre pensando en lo que hacemos a la Tierra, que es nuestra casa.