Un religioso de la orden de los Escolapios que fue denunciado internamente por abusar de tres niñas en el año 2010 en la parroquia de Alella (Maresme) ha seguido seis años más años más en activo como coordinador de catequesis en la Escuela Pía de Balaguer (La Noguera).

Los padres de las tres niñas pactaron en el 2010 que el escolapio fuera apartado de sus funciones a cambio de no llevar el caso a la policía. Pero años al descubrir seis años después que el religioso seguía en activo en un centro escolapio situado a 170 kilómetros de su anterior destino, decidieron presentar denuncia a los Mossos por los presuntos abusos sexuales cometidos en Alella.

Un portavoz admitió que la orden religiosa había quebrantado el acuerdo inicial con las familias de las niñas, pero atribuyó toda la responsabilidad al anterior jefe provincial, que se limitó a trasladar de centro al acusado, pero lo mantuvo en activo. El citado portavoz aseguró que, cuando hace un año se produjo el relevo en la jefatura provincial de la orden, el director saliente no informó al entrante del caso. El saliente, agregó, falleció hace unos meses.

EL ARZOBISPADO DICE QUE LO NOTIFICÓ

El Arzobispado de Barcelona ha asegurado este miércoles que "notificó oportunamente" a los superiores de los Escolapios en el 2010 la expulsión y la suspensión de toda actividad con menores del religioso.

Tras la denuncia presentada recientemente por las familias ante los Mossos, los Escolapios han apartado ahora de todas sus funciones al religioso acusado de pederastia. Este, de 76 años, declaró a finales de junio ante los agentes encargados de la investigación.

El caso se remonta al 2010, cuando el escolapio estaba adscrito, desde 1992, a la parroquia de Alella y por lo tanto dependía del Arzobispado de Barcelona, donde impartía catequesis a los niños. En el año 2010, el párroco de Alella contactó con el Arzobispado para poner en su conocimiento que tres familias le habían expresado su malestar por algunos comportamientos del religioso con tres niñas de entre 9 y 10 años, a las que sentaba en sus rodillas y, según las familias, las manoseaba.

El Arzobispado de Barcelona ha asegurado que actuó "con la máxima celeridad y, tras el procedimiento canónico instado de acuerdo con la Santa Sede, el entonces cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, firmó el decreto en el que imponía al religioso la sanción prevista por el derecho canónico". Esta sanción le "apartaba definitivamente de toda pastoral parroquial y le prohibía cualquier actividad que implicara contacto directo con menores".

Según los Escolapios, las tres familias mostraron su acuerdo con las gestiones que realizó la autoridad eclesiástica, resolviendo que había una falta leve y que esta persona no podía realizar actos ministeriales que comportaran trato con niños, por lo que el religioso cesó como adscrito de la parroquia, medida con la que las familias se mostraron conformes. Sin embargo, recientemente las familias de las víctimas tuvieron constancia de que el antiguo párroco de Alella estaba trabajando en Balaguer como coordinador de catequesis y lo denunciaron a la policía.

Según la Congregación Provincial de los Escolapios, la dirección actual de la orden no tenía conocimiento de esta resolución, ya que no fue comunicada por el anterior provincial, que falleció a principios de este año.

APARTADO DE SUS ACTIVIDADES

Al tener conocimiento de las denuncias interpuestas ahora ante los Mossos d'Esquadra por las familias y al conocer la declaración policial del acusado, han decidido apartarle de todas las actividades.

Los Mossos d'Esquadra no han requerido más información a los Escolapios, aunque sí que la solicitaron sobre el domicilio del religioso a raíz de las denuncias presentadas.

"Esto no nos exime de reconocer la responsabilidad correspondiente", declaró el portavoz de los Escolapios, que reconoció que "no se ha actuado de la manera adecuada y no se ha cumplido la resolución del Arzobispado fruto del desconocimiento".

El religioso colaboraba como coordinador de los padres y madres que hacen catequesis en la Escuela Pía de Balaguer (Lleida) desde el 2011 y hasta la actualidad. La dirección de este centro ha asegurado que tampoco sabía nada de la situación del religioso.