Hace semanas, Italia copó decenas de titulares al anunciar que podría convertirse en el primer país occidental en regular un permiso laboral remunerado de tres días para las trabajadoras que sufran fuertes dolores durante la menstruación y cuenten con un aval médico, siguiendo la estela de algunas empresas a la vanguardia y de las bajas existentes desde hace años en Japón, Corea del Sur o Indonesia.

En España, sin embargo, la situación está a años luz. Los partidos dudan a la hora de promover un permiso que podría desincentivar la contratación de mujeres. Además, asociaciones de afectadas y médicos especializados consideran que, antes de esta medida, la sanidad española debería ponerse las pilas para mejorar la atención a las enfermas que sufren dismenorrea (reglas dolorosas) o síndrome premenstrual.

Por ejemplo, el PP considera que primero se debería fijar desde el ámbito sanitario y jurídico cuál es el concepto de menstruación dolorosa y después llegar a «un acuerdo mínimo con agentes sociales y empresariales para que, en ningún caso, pudiese ser una medida que perjudique laboralmente al colectivo femenino», en palabras del vicesecretario de sectorial, Javier Maroto.

IMPACTO // Cs comparte que debería estudiarse la afección a la contratación. «Es algo a analizar; si la mujer está incapacitada para trabajar, hay que reconocer ese derecho, pero sin mermar los derechos de todas», señala la portavoz de Igualdad, Patricia Reyes.

Más receptivos se muestran en el PSOE y Podemos. Ángela Rodríguez, del partido morado, teme que el permiso se convierta en un «obstáculo más» para las trabajadoras, pero aun así considera que toca «reflexionar, analizar y sortear» las dificultades para plantear «la mejor solución lo antes posible». También los socialistas están abiertos a estudiar cómo articular la baja, de la mano de las afectadas y médicos. «Es evidente que tenemos que analizar la situación y dar una respuesta», asevera Ángeles Álvarez.

Uno de los problemas es que en España no hay estadísticas de cuántas mujeres sufren dismenorrea. Los profesionales dicen que la menstruación no debe causar dolor, al menos no fuerte. Si lo hay puede estar provocado por enfermedades como la endometriosis (crecimiento del tejido endometrial fuera del útero) o el síndrome premenstrual (síntomas emocionales o físicos unos días antes del ciclo). El primero lo sufre en torno al 10% de las mujeres en edad fértil y el segundo podría ascender hasta el 30%.

sin cifras // Tampoco hay datos sobre las trabajadoras que necesitan bajas debido a la menstruación. El doctor Francisco Carmona, del Hospital Clínic de Barcelona, especialista en endometriosis, calcula que las afectadas pierden unas 11 horas semanales. Por eso, es partidario de que se «regule de alguna manera». La coordinadora de la mujer de la Sociedad de médicos de atención primaria, Ana Rosa Jurado, también opina que debería existir un «debate» y recuerda que el «aval científico» lo aporta la medicina.

Las asociaciones de afectadas apoyan cualquier medida que mejore la calidad de vida, pero Eugenia Guillén, presidenta del colectivo estatal Adaec, recuerda que hay cosas prioritarias. Se han descrito demoras de más de 10 años entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico definitivo. Y las dolencias se mitigan mucho con una adecuada medicación. De ahí que las pacientes -y también el doctor Carmona- demanden más formación de los médicos, se creen unidades multidisciplinares y se investiguen las causas y la posible cura.