El levantamiento demasiado temprano de las restricciones de movilidad, la relajación (por parte de la ciudadanía) de las medidas de seguridad (el uso de la mascarilla y la distancia social) y un débil sistema de vigilancia epidemiológica son las tres posibles causas que explicarían por qué España está a la cabeza de Europa en la segunda oleada de la pandemia de coronavirus, consideran investigadores del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocomsc) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona.

Estos investigadores trabajan con hipótesis y, por tanto, no ofrecen verdades absolutas. Sin embargo, han puesto el foco en estos tres aspectos. El primero (que España levantara demasiado pronto las restricciones de movilidad) ha sido desarrollado en el informe Análisis y predicción del covid-19 para UE-EFTA-Reino Unido y otros países: Discusión de la hipótesis que explica el alto aumento de la incidencia de covid-19 en España , que fue enviado la semana pasada a la Comisión Europea (CE). Los científicos del Biocomsc trabajan ahora en otros dos estudios (uno sobre la posible relajación ciudadana de las medidas de seguridad y otro sobre el insuficiente sistema de vigilancia epidemiológica) que serán publicados próximamente.

«El informe publicado es una primera parte de otros dos informes que enviaremos. Estamos investigando estas hipótesis, no tenemos una respuesta definitiva. Lo que hemos visto es que países que tenían una incidencia del virus muy por debajo de la española y que han mantenido más tiempo las restricciones han tenido una mejor evolución», explica Enric Álvarez, miembro del grupo Biocomsc. Según él, «parece que España es la centinela [de la segunda oleada del covid-19]» y Francia, Bélgica, Rumanía y Holanda «siguen su estela».

Para Álvarez, el país vive, sin duda, otra ola, aunque no como la de marzo. «Ahora estamos viendo la subida que no vimos entonces, vemos la magnitud de la segunda ola, antes solo veíamos la punta del iceberg. En España hay una transmisión comunitaria fuerte, aunque no tenemos por qué acabar como en el mes de marzo».

Los investigadores estudian el porqué y creen que el levantamiento, posiblemente demasiado temprano, de las restricciones de movilidad (sobre todo entre provincias) sería, en todo caso, una «explicación parcial». «Hay otras hipótesis que debemos investigar, como si en España hubo una relajación de las medidas de seguridad mayor que en otros países o si, llegado junio, España no tenía un sistema de vigilancia epidemiológica fuerte: pruebas PCR, personal para estudiar los contactos de los casos positivos...», explica Álvarez. «Necesitamos un refuerzo de los medios del personal de atención primaria y de salud pública. Y una coordinación de los rastreadores con servicios sociales», añade.

Los expertos apelan a la responsabilidad individual: el uso de la mascarilla, la distancia social, evitar reunirse más de 10 personas... También piden respetar las cuarentenas si ha habido contacto con un positivo. Y que las empresas obliguen a ello. «Las PCR al contacto del contagiado no se hacen para decir que, si eres positivo, te quedas en casa y, si no, te libras. Se hacen para seguir las cadenas de contagio: hay que aislar a los contactos». H