La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya está investigando de oficio cómo se realiza el trasvase de información entre Whatsapp y Facebook y si se adecuan a la ley española, según anunció ayer.

La investigación intenta analizar qué información de los usuarios de Whatsapp se recoge y envía a Facebook, los fines para los que se utiliza, los plazos de conservación o las opciones que se ofrecen a los usuarios para oponerse a los tratamientos de su información personal.

El pasado mes de agosto, Whatsapp, que fue comprada por Facebook hace dos años, actualizó los términos de su servicio y la política de privacidad, introduciendo cambios sobre la forma en la que maneja la información personal de sus usuarios. La aplicación de mensajería ofreció a sus usuarios compartir el número de móvil -no las conversaciones- con Facebook para «mejorar la experiencia de los anuncios» y dio 30 días para responder sí o no, como parte de las nuevas condiciones de uso.

A quienes no solventaron la cuestión aceptando o denegando el nuevo marco legal, la app dejó en suspenso si los usuarios podrían seguir usándola, con la amenaza tácita de suspenderles el servicio, lo que aún no ha sucedido. Aunque el usuario hubiera rechazado vincular sus cuentas, Facebook reveló que les resultaba imprescindible tener acceso al número y a otras coordenadas «para mejorar el servicio».

Las nuevas condiciones han suscitado un rechazo casi unánime de los expertos europeos en protección de datos y Alemania ya ha tomado medidas. H