La igualdad de género se ha convertido en una carrera de obstáculos sin fin. Avanzamos en la dirección adecuada pero todavía estamos lejos de la línea de meta, admite la directora del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE), Virginija Langbakk. El último informe 2019, publicado este viernes, constata la existencia de progresos pero reconoce que son limitados, con una brecha entre países que sigue siendo muy abultada. A la cabeza, Suecia y Dinamarca, a la cola Grecia y Hungría. España se sitúa en novena posición en términos de igualdad de género, por encima de la media europea.

El informe evalúa los progresos en media docena de ámbitos como el trabajo, el dinero, el conocimiento, el tiempo, el poder o la salud. Como punto de partida está el 1, o la desigualdad absoluta, y, como meta el 100, la igualdad total. La realidad muestra que el nivel alcanzado en la Unión Europea es de media del 67,4% (un punto por encima del dato registrado en 2017 y 5,4 desde 2005), y del 70,1% en España a quien solo superan en términos de igualdad Bélgica, Irlanda, Países Bajos, Reino Unido, Finlandia, Francia, Dinamarca y Suecia. Mientras tanto, por debajo de la media europea, y a continuación de España, se sitúan Luxemburgo, Eslovenia, Alemania, Austria o Italia. Según el estudio, más de la mitad de los Estados miembros no alcanzan los 60 puntos.

En el caso español, los mayores niveles de igualdad se encuentran en el ámbito de la sanidad (90,1%) y las desigualdades más profundas en el capítulo dedicado al poder (62%) que, sin embargo, ha mejorado en dieciséis puntos desde 2005. Es más, España es el cuarto país de la UE con mejores resultados en relación a la toma de decisiones en la política que ha pasado del 31% en 2005 al 39% en 2018 y del 38% al 47% en los parlamentos regionales. El análisis constata además que España ha sido uno de los países que más rápido han progresado hacia la igualdad, con un crecimiento de 7,9 puntos entre 2005 y 2017, aunque se sitúa en la misma posición que hace catorce años.

La desigualdad de género está impidiendo que Europa alcance su pleno potencial. Estoy orgullosa de lo que hemos logrado pero nuestras acciones deberían lograr cambios sobre el terreno, ha reivindicado la comisaria de igualdad, Vera Jourova, apuntando a las repercusiones que debería tener la directiva sobre igualdad adoptada recientemente para potenciar un mayor equilibrio en las responsabilidades entre hombres y mujeres.