Las bicicletas forman parte ya del paisaje urbano, pero ¿está España preparada para acogerlas? Asociaciones de víctimas y de usuarios, conductores y ciclistas profesionales y de a pie responden con un no rotundo y miran con envidia hacia los países europeos que han dado un espacio propio a la bici. Pese que a España le queda mucho camino por recorrer para una convivencia respetuosa de los usuarios, sus ciudadanos no han esperado y cada vez son más los que se suben a las dos ruedas, incluso para ir al trabajo. Y a más ciclistas, más accidentalidad.

Los últimos datos cerrados en vías urbanas e interurbanas, contabilizados a 30 días y recopilados por la Dirección General de Tráfico (DGT), son de 2014 y arrojan un total de 6.980 accidentes, con 75 fallecidos, 54 de ellos en carreteras. Un reciente estudio de la Universitat de València y la Fundació Axa-Pone Freno da fe del considerable aumento de los siniestros en los que se ven implicadas bicis. De 2.964 accidentes en 2008 a casi 7.000.

Datos facilitados por la DGT, en este caso referidos solo a vías interurbanas, cifran en 42 el número de ciclistas fallecidos en 2015 y en 11 en lo que va de este año, tres menos que en el mismo periodo del año pasado.

El debate sobre la siniestralidad del colectivo y la convivencia con otros usuarios está abierto. H