El mismo Pedro Sánchez que no logra formar Gobierno desde hace casi ocho meses se convirtió ayer en una figura de referencia mundial en la lucha contra el cambio climático. Durante la jornada inaugural de la Cumbre del Clima de Madrid recibió elogios unánimes por haber acogido, «con un éxito organizativo impecable en tiempo récord» la cita destinada a Chile y por la propuesta española de descarbonización. Investido por su nuevo papel, animó a la Unión Europea (UE) a liderar el combate contra el calentamiento y denostó al «puñado de fanáticos que niegan la evidencia», en referencia, entre otros, a Donald Trump.

La llamada al liderazgo de Europa la lanzó el presidente del Gobierno en funciones ante un plenario abarrotado por más de mil delegados de 196 países y unos minutos antes lo había hecho también a puerta cerrada en un encuentro de coordinación de líderes comunitarios en el que participó la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el nuevo titular de Exteriores, Josep Borrell. Lo que haga la UE será decisivo «en este momento crucial» en el que grandes economías como Estados Unidos y China se resisten a dar los pasos necesarios, apuntaron fuentes gubernamentales.

Von der Leyen recogió el guante y a la salida de la reunión aseguró que «el mes que viene» presentará una propuesta sobre «la primera ley europea de transición hacia la neutralidad climática en el 2050, con el objetivo de que esto »se convierta en algo irreversible«. Esta ley para la transición, según explicó, «afectará a la emisión en los principales sectores», así como a «los precios de transporte», e incluirá energía «a un precio justo» y «una estrategia de protección de la biodiversidad». El de ayer en Madrid fue el primer acto en el que participa Von der Leyen desde que fue escogida para este cargo.

Para que Europa recupere el liderazgo climático quedan, sin embargo, muchos más pasos que dar. El Consejo Europeo de los próximos 12 y 13 de diciembre debería daz luz verde al objetivo de emisiones netas cero en el 2050. Una propuesta que República Checa, Polonia y Hungría bloquearon en la anterior cumbre comunitaria. Las instituciones europeas deberían revisar al alza la meta para el 2030 de reducción de emisiones del 40% respecto a 1990. Así lo propondrá España, según fuentes de la presidencia del Gobierno.

Sánchez mencionó ayer los planes de España de reducir una de cada tres toneladas de CO2 para el 2030, «más allá de lo que marca la UE», lo que llevó al secretario general de ONU, António Guterres, a ponerlo de «ejemplo» para el resto de países de lucha contra el cambio climático.

«EL MOMENTO ES AHORA» / Al resto de líderes mundiales, Sánchez les instó a actuar sin demoras: «El momento es ahora», les dijo, «porque está en riesgo el cumplimiento de los objetivos de París», que marcan que el planeta no se caliente más de 1,5ºC. «Hay que ir más lejos y hacer las cosas más rápido» en materia de emisiones porque o la COP25 marca «un punto de inflexión» o quedará atrás «el punto de no retorno» donde poco se podrá hacer para evitar los escenarios más catastróficos del cambio climático.

«Por fortuna hoy solo un puñado de fanáticos niegan la evidencia», advirtió el jefe de gobierno español. «Frente al negacionismo», hay que actuar con «hechos, con solidaridad, liderazgo pero sobre todo con hechos», recalcó.

En relación a su comentario sobre los fanáticos, el presidente del Gobierno en funciones fue cuestionado en una rueda de prensa que tuvo lugar por la tarde y matizó: «No lo digo en negativo, lo digo en positivo. Cada vez son más los mandatarios, los líderes políticos los que están asumiendo esa hoja de ruta de acción climática y eso es lo que pretendía reivindicar con esa afirmación».

PRINCIPALES EMISORES / En la misma línea, Guterres urgió a todos los países a tener «más ambición» para recortar las emisiones contaminantes en un «momento crítico». El secretario general de la ONU señaló que «todos los principales emisores deben hacer más», en alusión a Estados Unidos, China o la India, porque «sin ellos» los esfuerzos del resto «quedarán completamente socavados». «Hacer menos sería una traición a la familia humana», concluyó, tras reclamar a los estados participantes en esta Cumbre del Clima en la capital de España que «superen las divisiones actuales y encuentren un punto en común».

El resto de la jornada se nutrió de actos en los que el presidente del Gobierno en funciones fue también el protagonista. Desde una mesa redonda de jefes de Estado y de Gobierno que expusieron las propuesta de sus países hasta un ágape ecológico servido por los hermanos Roca que lo ofrecieron de modo «altruista».

Salvo la presidenta de la Comisión Europea no asistieron a la inauguración del evento dirigentes de gran relevancia. El improvisado cambio de sede lo impidió. De todos modos, los máximos mandatarios tienen un papel secundario en estas cumbres. Solo acuden el primer día. Los que toman las decisiones son las delegaciones, que empiezan a trabajar a partir de hoy.