El penúltimo informe PISA -el sistema de evaluación internacional a estudiantes de 15 años- dio pie a un optimismo moderado. Tras años y años de resultados decepcionantes, en el 2015 la escuela española parecía que empezaba a salir de la mediocridad, a pesar de los recortes sufridos. Por primera vez, el resultado de Comprensión Lectora estaba por encima de la media de la OCDE mientras que en Ciencias se quedaba justo en la media y en Matemáticas, por debajo (pero muy poco). Este año las cosas han ido peor.

El informe PISA 2018, hecho público ayer, refleja que los estudiantes españoles tienen un menor rendimiento en Ciencias respecto al 2015 (de 493 a 483). En Matemáticas también han bajado (de 486 a 481). En ambas materias, están por debajo de la media de la OCDE. Los datos de Lectura --la tercera asignatura que se evalúa-- no se han hecho públicos después de que el organismo internacional detectara anomalías en los resultados. Es posible que los seis años de desinversión educativa que venía sufriendo esta promoción de estudiantes hayan hecho finalmente mella en los distintos resultados académicos de los estudiantes españoles.

LA COMUNITAT, ABAJO / Y si a nivel estatal, se ha bajado el nivel, en la Comunitat Valenciana los resultados han sido peores, convirtiéndose en la cuarta autonomía por la cola en la puntuación que sus alumnos tanto en Matemáticas como en Ciencias.

En Matemáticas, los estudiantes de la Comunitat Valenciana obtienen 473 puntos (por debajo de la media de España, que logra 481 puntos), solo por delante de Extremadura (470), Andalucía (467) y Canarias (460), además de Melilla (432) y Ceuta (411), lo que supone un nivel similar al alumnado de Hungría, EEUU o Israel.

En Ciencias, los estudiantes valencianos obtienen una puntuación de 478 puntos (por debajo de la media de España, 483), por delante de Extremadura (473), Andalucía (471) y Canarias (470), además de Melilla (439) y Ceuta (415), con un nivel similar a Hungría, Italia o Islandia.

Además, un 26,5 % de estudiantes de la Comunitat se sitúa en el nivel 1 de Matemáticas, considerado como de bajo rendimiento, y en Ciencias apenas el 0,2 % de estudiantes valencianos llegan al nivel 6 de PISA, que supone completar con éxito los elementos más difíciles de esa evaluación.

Y ahora, ¿qué? / ¿Cuál es el siguiente paso? El secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, lo tiene claro. Primero, reflexionar sobre las cifras. Segundo, revisar el modelo curricular.

«Es hora de que abordemos la reforma de los temarios. Lo abordaremos en cuanto haya gobierno», dijo ayer Tiana, que presentó los datos del informe PISA, realizado en el 2018 en 79 países (los 37 que integran la OCDE y otros 41 estados asociados). En España, realizaron las pruebas más de 35.000 estudiantes de colegios públicos y privados, la mayoría de los cuales estaban en cuarto de ESO. Era la primera vez que PISA analizaba a los hijos de la LOMCE, la controvertida ley de educación aprobada en su día por el ministro José Ignacio Wert (PP), una norma que jamás ha encontrado el respaldo ni de la comunidad educativa ni política (más allá de las filas del PP).

DEROGAR LA LEY / De hecho, Isabel Celaá nada ser nombrada ministra de Educación y Formación Profesional por Pedro Sánchez se encomendó la tarea de derogar la ley Wert y aprobar otro texto, una modernización de la LOE (2006). Sus propuestas, sin embargo, continúan en un cajón debido a la paralización parlamentaria tras la imposibilidad de investir a Sánchez y la repetición de elecciones. Una tarea que no se podrá desarrollar hasta que se conforme el Gobierno.