La maternidad tardía se ha convertido en seña de identidad común en los países del sur. En Italia las mujeres tienen su primer hijo a los 31 años, en España a los 30,8 y en Grecia a los 30,3. Tres países que ocupan también los primeros puesto de la tabla en cuanto a madres primerizas por encima de los 40 años y que, junto a Portugal, Chipre y Malta, registran las tasas de fertilidad más bajas de la Unión Europea con una media de hijos que no llega a 1,4.

Los datos figuran en una nueva comparativa publicada ayer por la oficina europea de estadística (Eurostat) que cifra en 5,14 millones el número de nacimientos en la Unión Europea en el 2016 frente a los 5,10 del 2015. Según el documento, las mujeres europeas tienen de media su primer hijo a los 29 años, el 5% de los nacimientos pertenecen a mujeres menores de 20 años y el 3% a mayores de 40. La realidad entre los Estados miembros es, sin embargo, diversa.

Las mujeres que optan por ser madres más jóvenes viven en el este de Europa o en lo países del Báltico: en Bulgaria (26 años), Rumanía (26,4), Letonia (26,8) y Eslovaquia (27).

La encuesta pone también de manifiesto que España, junto a Italia, registró la tasa de fertilidad más baja con 1,34 hijos por mujer frente a los 1,92 de Francia y los 1,85 de Suecia. Entre los países con una mayor proporción están Irlanda y Dinamarca.