La inmensa mayoría de los españoles, en concreto el 84%, cree que la pobreza infantil es un «problema importante» y más de la mitad de la población (el 56,7%) estaría dispuesta a pagar más impuestos si la recaudación fuera destinada a solucionar este grave problema, según el primer estudio sobre la percepción social en torno a esta lacra, realizado por Save the Children.

Esta oenegé calcula que el 28,3% de los menores, 2,2 millones de niños, viven en riesgo de pobreza y el 26,3% de los hogares con menores subsisten con recursos mínimos, lo que les provoca que, ante cualquier imprevisto, como la rotura de la caldera o de las gafas de un hijo, sufran un «desequilibrio enorme» en sus finanzas, según describe Gabriela Jorquera, portavoz en la materia de Save the Children.

El sondeo recaba datos sobre las renuncias que tienen que hacer las familias con bajos ingresos y arroja que casi la mitad (el 40,2%) no puede llevar a sus hijos de vacaciones, el 18% no puede permitirse pagar el dentista y el 16% tiene que renunciar al comedor.

España, según datos de Eurostat recabados por Save the Children, es el tercer país europeo con mayor tasa de pobreza infantil, sólo por detrás de Rumanía o Bulgaria y, sin embargo, es uno de los países que menos invierten en paliar este problema, un 1,4% del PIB, cuando la media de la UE se sitúa en 2,4%.