Astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO, European Southern Observatory) han publicado una espectacular imagen de laVía Láctea obtenida gracias al telescopio APEX, situado en el norte de Chile. La foto se ha dado a conocer para conmemorar la finalización del sondeo Atlasgal (acrónimo de APEX Telescope Large Area Survey of the Galaxy, sondeo de gran área de la galaxia con el telescopio APEX), según ha informado el ESO en un comunicado.

"El telescopio APEX ha mapeado el área completa del plano galáctico visible desde el hemisferio sur en longitudes de onda submilimétricas (entre la luz infrarroja y las ondas de radio) con más detalle que los últimos sondeos realizados desde el espacio", explican los investigadores. El APEX, con un espejo de 12 metros de diámetro., permite a los astrónomos estudiar el universo frío: gas, polvo y otros objetos celestes que se encuentran a solo unas pocas decenas de grados de temperatura por encima del cero absoluto.

El telescopio APEX (siglas en inglés de Atacama Pathfinder Experiment, experimento pionero de Atacama), se encuentra a 5.100 metros sobre el nivel del mar en el llano de Chajnantor, en laregión de Atacama.

El sondeo Atlasgal aprovechó las características únicas del telescopio para obtener una visión detallada de la distribución del gas denso y frío que hay a lo largo del plano de la Vía Láctea. La nueva imagen incluye la mayor parte de las regiones de formación estelar de la Vía Láctea meridional.

Los nuevos mapas de Atlasgal cubren un área del cielo de 140 grados de largo y 3 grados de ancho, más de cuatro veces más grande que la primera versión del programa. Los mapas también son de mayor calidad, ya que algunas áreas fueron reobservadas para obtener una calidad más uniforme de los datos sobre el área total de estudio.

En el corazón de APEX se encuentran sus sensibles instrumentos. Uno de ellos, Laboca (acrónimo de LArge Bolometer CAmera) fue utilizado para el sondeo Atlasgal. Laboca mide la radiación entrante registrando los pequeños aumentos de temperatura que provoca en sus detectores, y puede captar emisiones de las bandas de polvo oscuro y frío que oscurecen la luz estelar.

La nueva versión de Atlasgal, complementa observaciones deltelescopio espacial Planck de la ESA. La combinación de los datos de Planck y APEX permitieron a los astrónomos detectar emisiones repartidas en un área mayor del cielo y, a partir de ahí, estimar la fracción de gas denso que hay en el interior de la galaxia.

"Atlasgal nos permite obtener información reveladora sobre dónde se forma la siguiente generación de cúmulos y de estrellas masivas. Combinando estas observaciones con las de Planck, ahora podemos encontrar una relación con las estructuras a gran escala de nubes moleculares gigantes”, comenta Timea Csengeri, investigadora del Instituto Max Planck de Radioastronomía, en Bonn (Alemania), quien dirigió el trabajo de combinar los datos de APEX y Planck.