Dos días desorientada en el interior de una cueva en Cantabria, a la espera de ser auxiliada. La experimentada espeleóloga de Vinaròs Jessica Sales Simó, de 39 años, logró ayer salir en buen estado de Cueto-Coventosa, en la localidad de Arredondo. Allí permanecía desde el sábado, junto a otras dos espeleólogas de Barcelona, de 50 y 51 años. La tres fueron auxiliadas por miembros del Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil durante un amplio dispositivo de búsqueda, en el que participaron otros expertos conocedores del terreno.

Según fuentes del dispositivo de rescate, las tres deportistas accedieron a la cueva y se desorientaron. José Antonio Santander, uno de los espeleólogos participantes en la búsqueda, declaró en rueda de prensa que las tres mujeres fueron encontradas «más o menos a mitad del recorrido, desorientadas y agotadas por no dormir», de madrugada, sobre las 4.00 horas de este lunes.

‘ÁNGELES DE LA GUARDA’ / Al parecer, intentaron seguir la ruta que habían previsto, pero al no estar seguras del camino, se detuvieron y esperaron ayuda del exterior. Una vez localizadas, recibieron el «abrigo y comida caliente» que les llevaban sus ángeles de la guarda. Pudieron seguir el camino por su propio pie, llevando, incluso, «sus petates» con la ayuda de los rescatadores.

Desde allí, las atrapadas fueron llevadas al futuro edificio de la Escuela de la Fundación Espeleosocorro Cántabro, donde pudieron ducharse para emprender el viaje de vuelta a casa.

Espeleólogos de la provincia de Castellón y vecinos de Vinaròs siguieron las noticias del rescate con impaciencia e interés. Definen a Jessica Sales como una deportista «muy experimentada desde hace años», «con recorrido por toda España». «Este tipo de sucesos suelen ser más frecuentes de lo que parece. Seguramente, se perderían y decidirían esperar ayuda, con muy buen criterio. A través del grupo de Whatsapp que tenemos los aficionados a la espeleología hemos estado pendientes de lo ocurrido», explicó ayer a este periódico Raúl Boix, presidente de Espemo (Morella), felicitándose por el rescate.

Pese a que era la primera vez que se adentraban en la cueva de Cueto-Coventosa, las tres espeleólogas contaban con los medios técnicos adecuados y documentación necesaria para realizar esta ruta caracterizada por su dureza y dificultad. Fue el sábado, a las 12.30 horas, cuando entraron con la intención de hacer el desarrollo que, según indicó el coordinador de Emergencias del 112 de Cantabria, Javier Allende, se suele realizar en unas 20 horas «en función del nivel físico».

Tras sobrepasar ese tiempo, una de las compañeras que se encontraba fuera avisó a unos espeleólogos, quienes a su vez llamaron al 112. «Al final ha salido todo bien tras una actividad compleja que entraña peligro», indicaron los rescatadores.