Una vez más, la movilización popular ha dado una esperanza a Osman, un niño afgano de 7 años con parálisis cerebral refugiado en Idomeni. El pequeño viajará a España el próximo martes día 10 con su familia para ser tratado en el Hospital La Fe de Valencia, gracias a las 150.000 firmas recogidas y entregadas al Gobierno español por Bomberos en Acción y la la implicación personal, en este caso, del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo. "Vamos a hacer lo que podamos por ese niño", dijo.

Osman nació en Kandahar, Afganistan y tiene parálisis cerebral desde que nació. Hijo de Atah Mohammed y de Palwasha, es el menor de tres hermanos, Munir de 8 y Jamil de 9. Partieron de su ciudad natal con el sueño de trasladarse a Londres. Atah ha trabajado desde “los 10 años reparando asientos de automóviles y deseaba un futuro mejor para sus tres hijos”, alejados de un país en guerra de forma casi permanente.

Cruzaron Irán y Turquía en autobús y a pie. Atah llevaba a su Osman en brazos y Palwasha, una mochila cargada de comida especial para el pequeño. Tomaron una embarcación hacia Lesbos, que naufragó. La familia sobrevivió durante tres horas en el mar, hasta ser rescatados por un helicóptero. Una vez en Lesbos fueron trasladados a Atenas y de allí emprendieron el camino hacia Idomeni.

Fueron en total dos meses de de viaje hasta llegar a una frontera cerrada, tras perder en la penosa travesía toda su documentación. Acamparon junto a las vías del tren, viendo allí su futuro. Junto a ellos, malviven en Idomeni otras 11.000 personas, en condiciones insalubres, junto a charcos que no secan nunca porque no deja de llover e improvisadas hogueras donde se quema cualquier cosa para no pasar frío. Son condiciones insostenibles para cualquier ser humano, más para Osman.

Voluntarios conmovidos

El niño se se quemó con el agua del té y sus padres lo llevaron a los sanitarios en la carpa de Bomberos en Acción, que quedaron conmovidos por su caso. Con apenas 7 kilos, su vida estaba amenazada. A partir de ese momento y sin saberlo, la vida del niño iba cambiar para siempre.

En el momento en que la policía de Macedonia empezó a atacar con gases lacrimógenos y pelotas de goma a los refugiados, Bomberos en Acción se movilizó para cambiar a Osman y su familia de sitio en el campamento. Adaptaron una tienda al lado de la tienda de suya para poder atender mejor las necesidades del pequeño.

Javier Bodego, delegado Bomberos en Acción en Castilla y León, decidió movilizarse, “ir a la subdelegación del Gobierno en Zamora e iniciar los trámites para ver si había posibilidad de darle en España el tratamiento adecuado”. Empieza una campaña en Change.org y recoge 150.000 firmas. La organización CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) ayudó a trasladar al Ministerio de Exteriores las firmas recogidas.

Margallo dio instrucciones de atender la petición. "Todos los temas humanos son los que más afectan a la persona que esta en el Ministerio, porque son asuntos, en los que, si eres decente, tienen que involucrarte personalmente", dijo el viernes en una entrevista a la SER.

LLoros y emoción

A Bodego aún se le pone la "piel de gallina" cuando recuerda el momento en que le comunicaron a la familia de Osman el traslado a España. "Hubo lloros, una emoción inmensa al pensar que Osman iba a recibir el tratamiento adecuado y no sucumbir en el infierno de Idomeni. El próximo martes a las 8 de la tarde, el pequeño llegará al Hospital La Fe de Valencia. Allí se le someterá el primer examen de su parálisis cerebral.

Los padres del pequeño dicen estar “extremadamente agradecidos a Javier y a todos los voluntarios de Bomberos en Acción por su trato y por conseguir que a partir de ahora sus vidas puedan ser un poco más dignas”. Atah tiene muy claro que quiere “encontrar un trabajo en España y trabajar duro para darle lo mejor a su familia".