El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Santa Coloma de Farners (Girona) ha acordado tomar declaración a N.S.L., esposa del presunto autor del doble crimen del pantano de Susqueda, en presencia del fiscal, los abogados de la acusación particular, la defensa y el propio investigado, tras acordar la continuación del procedimiento por dos delitos de asesinato (u homicidio) y un delito de tenencia ilícita de armas.

En el auto, el juez concede a la defensa un plazo de diez días para que señale cuándo la mujer va a estar en España --se fue a vivir a Colombia de forma definitiva poco después del crimen-- para tomarle declaración, y avisa de que, si en dos meses no ha podido ser interrogada, cursará una comisión rogatoria.

INDICIOS "MÁS QUE SUFICIENTES"

El juez considera que existen indicios "más que suficientes" de que J.M.G., el 24 de agosto de 2017 entre las 11.20 y las 11.26 horas, presuntamente mató a los jóvenes M.H.L. y P.M.P. en la zona de la Rierica del pantano de Susqueda disparándoles con un arma, y que posteriormente se deshizo de los cuerpos atándolos a mochilas lastradas con piedras.

Detalla todos los indicios recabados hasta el momento contra él, que le sitúan como única persona presente, a la hora en que supuestamente se produjo el crimen, en la zona de la Rierica donde ocurrió --él mismo se sitúa en este punto al testificar ante el juez--.

También cita la "revelación" de un compañero de celda a quien J.M.G. le confesó que fue su hijo quien cometió el crimen y que él solo le ayudó a deshacerse de los cadáveres porque se lo debía al haber matado a su madre: un testigo a quien se le da credibilidad, si bien se descarta que el hijo participara en el doble crimen porque en ese momento estaba en otro municipio.

Asimismo, considera que el autor de los hechos conocía a la perfección el pantano y tuvo como motivación "una discusión provocada por un encuentro casual", requisitos que reúne J.M.G. ya que era conocedor de la zona y además sufría una patología que afecta a su ira y control de impulsos.

MÁS DE 100 PRUEBAS

El juzgado ha acordado realizar más de un centenar de pruebas; entre ellas, citar a 46 testigos, incluidos los padres de los fallecidos, el hijo del investigado J.M.G., y los vecinos y excursionistas que estaban en el pantano el 24 de agosto, cuando ocurrió el doble asesinato, entre otros.

Además, ha pedido numerosas diligencias periciales a los investigadores de los Mossos d'Esquadra como varios croquis sobre el recorrido del Opel Zafira con el que las víctimas llegaron al pantano ese 24 de agosto --captados por última vez por una cámara de la presa del pantano a las 10.18 horas--, sobre las posibles rutas en kayak de los jóvenes y del Land Rover Defender del investigado.

El titular del juzgado solicita a los Mossos informe sobre las comunicaciones de las personas bajo la zona de cobertura del pantano, un informe fotográfico del lugar de los hechos, y que junto al Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera se analice la piedra hallada en la mochila del joven asesinado M.H.L. y la piedra que estaba dentro de su coche para ver si coinciden con las de la zona de la Rierica, donde supuestamente murieron.

NUEVAS INMERSIONES

Pide a la Unidad central de balística de los Mossos que haga un informe para determinar el calibre y el tipo de arma y la distancia del disparo de cada fallecido, en base al diámetro de los orificios de entrada y salida de los cadáveres, y que se vuelvan a realizar inmersiones en el pantano para encontrar dicha arma y otras pertenencias.

También ordena a la Unidad de medios aéreos de los Mossos para que hagan un informe fotográfico del estado de la plantación de marihuana localizada en los días de la búsqueda de los cadáveres.

Asimismo, quiere analizar los terminales informáticos y los dispositivos electrónicos del investigado y su hijo para localizar pistas sobre la munición y el arma empleada en los homicidios, así como nombrar a dos médicos forenses para que elaboren informes sobre las patologías mentales de J.M.G.