Vuelven los catálogos sexistas de juguetes por Navidad. Como el turrón, las angustias por los regalos y las cenas de empresa. A pesar de que hace muchos años que se reclama que el juego no debería entender de género, la partida todavía no está ganada. Ni mucho menos. Hay tímidos intentos de reorientar la forma de anunciarse, como la de la empresa valenciana Toy Planet, pero todavía supone una aplastante minoría.

En las redes sociales, probablemente la herramienta contemporánea más capaz de sonrojar a una marca o directamente de arruinar su reputación, se leen estos días los primeros mensajes dilapidando las malas prácticas y aplaudiendo las buenas.

Los casos más flagrantes, como el de Nenuco y Feber, ambas del grupo Famosa, han provocado una recogida de firmas en change.org que hasta el viernes había conseguido 13.200 apoyos.

PETICIÓN A LA COMPAÑÍA // Quienes suscriben la petición, impulsada por Mujeres en Lucha, piden a la compañía que deje de fotografiar solamente a niñas junto a sus muñecos y que reproduzca también a niños porque así se traslada a los pequeños de la casa que el cuidado de los menores «no es competencia exclusiva de las mujeres», arguye una de sus coordinadoras, Alejandra de la Fuente.

El colectivo reclama también que los coches Feber destierren los estereotipos ya que en el catálogo de estas Navidades las chicas solo aparecen como copilotos o conduciendo coches rosas. «Consideramos que uno de los momentos clave para la concienciación es cuando los niños se están formando», razona De la Fuente.

reflejo de la sociedad // Muchos ayuntamientos trabajan para erradicar el machismo en los juguetes. Las escuelas también se implican contra la discriminación. Pero hay «inercias» difíciles de cambiar, expone el director general de la firma valenciana Toy Planet, Ignacio Gaspar.

«El día a día impide a los fabricantes cuestionarse ciertas cosas, pero para nuestra empresa era imprescindible no condicionar el futuro de los niños: si no motivas a una niña a que juegue a ser mecánica, ¿cómo quieres que el día de mañana decida estudiar para serlo?», plantea. La empresa, con sede en Valencia, querría ser imitada por la competencia, pero Gaspar asegura que no es así.

«Esta industria es el fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos», analiza la directora de Investigación del Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU), María Costa. «No podemos pretender cambiar a los niños si ellos son un espejo de los adultos. Hasta que los padres varones no se han involucrado de verdad en la educación y el cuidado de los bebés no se han empezado a poner fotos con niños que llevan cochecitos o que cambian los pañales», detalla la experta.