Las actitudes sexuales de la población en función de las distintas zonas y el deseo sexual centran dos investigaciones promovidas por la Academia Internacional de Sexología Médica (AISM) con el objetivo de ofrecer redomendaciones a las instituciones para mejorar la sexualidad.

El doctor malagueño y presidente de la Academia, Francisco Cabello, explica que estos trabajos permitirán hacer sugerencias “basadas en evidencias científicas” acerca de la sexualidad.

Para el primero, que podría estar concluido a mediados del 2016, ya se han recogido alrededor de 2.800 encuestas, de las 10.000 que se pretenden completar. El estudio ofrecerá una visión sobre las actitudes sexuales en las distintas zonas y cómo se relacionan con la salud sexual o el consumo de drogas, entre otros aspectos. “En casos extremos, la persona puede requerir tratamiento médico, ya que existe la erotofilia y la erotofobia”, indica. Así, señala que hay personas que “solo tienen sexo cuando las hormonas se lo piden, mientras que a otras les interesa mucho y siempre están investigando cómo mejorar su sexualidad”.

En cuanto a la investigación sobre el deseo sexual, el denominado proyecto DESEA, Cabello asegura que se encuentra en la primera de las tres fases, en la que se han recopilado algo más de 1.000 cuestionarios. La investigación, que culminará en unos tres o cuatro años, está dedicada fundamentalmente a las mujeres, un colectivo al que “se está patologizando mucho con la falta de deseo”. El presidente de la Academia Internacional de Sexología mantiene que “para tener deseo, además de tener bien las hormonas y neurotransmisores, hay que tener la pareja adecuada”. Se pretende delimitar la causa de la falta de deseo porque “para qué vamos a tratar con pastillas u hormonas a la mujer si el problema es que hay que arreglar la pareja”, afirma el experto.

La AISM, que está formada por 30 miembros titulares en el mundo --tres de ellos españoles--, lleva a cabo una revisión sobre las consecuencias y la eficacia de la píldora del deseo femenino. H