El ahorro de agua se podría incrementar hasta un 20% si los consumidores tuvieran en cuenta los gastos energéticos asociados a su consumo, lo que a su vez permitiría reducir un 30% el consumo de energía y los gases de efecto invernadero.

Esta es la principal conclusión de un estudio desarrollado por la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de California, que analiza la relación de los consumos de agua y energía desde el consumo en los hogares hasta la gestión a nivel de cuenca, a partir de datos obtenidos durante los últimos tres años. El trabajo forma parte de la tesis doctoral de Àlvar Escrivà-Bou, dirigida por el profesor Jay Lund, de la Universidad de California y subdirector del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente. H