Escaso compromiso. Ni el Eurogrupo ni los líderes de los países más ricos del mundo, el G-7, decidieron ayer nuevas medidas para frenar el impacto económico del covid-19. Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona están dispuestos a hacer «lo que haga falta» para frenar el impacto de la enfermedad en la economía europea pero, de momento, la respuesta a los llamamientos de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, a favor de un estímulo masivo han sido recibidos con silencio.

Tras casi seis horas de maratón telefónico, el Eurogrupo dio el visto bueno a que los países gasten más para garantizar que los sistemas sanitarios tienen todos los recursos necesarios, y las empresas y los trabajadores, liquidez suficiente, pero sin nuevas medidas. También recibieron positvamente el pacto de estabilidad.