La opacidad con la que actúan las redes sociales, que recogen, almacenan y venden datos personales a terceros para hacer negocio, ha quedado al descubierto con el escándalo de Cambridge Analytica, una empresa británica que utilizó sin consentimiento datos de 87 millones de clientes de Facebook, casi tres millones de ellos europeos. El nuevo reglamento sobre protección de datos de la Unión Europea, que será de obligado cumplimiento desde hoy, intentará precisamente evitar que se repitan situaciones similares dando más protección a los 250 millones de ciudadanos que utilizan diariamente internet en Europa.

Los correos electrónicos que estos últimos días empresas e instituciones han enviado a los ciudadanos obedecen, precisamente, a la entrada en vigor de este reglamento comunitario.

HACE DOS AÑOS // La normativa, de 80 páginas y 99 artículos, fue aprobada hace dos años, en abril de 2016, para reemplazar otra de 1995, «la edad de piedra» en términos digitales, según la asociación de consumidores europeos (BEUC), cuando el multimillonario fundador de Facebook contaba con tan solo 11 años. El reglamento no supone, según la Comisión Europea, una revolución, pero sí una evolución destinada a reforzar derechos, mejorar el control y la privacidad de los datos personales y exigir a empresas y todo tipo de organizaciones un uso transparente de la información de sus clientes so pena de recibir fuertes multas.

Las interminables solicitudes de consentimiento deberán en adelante estar escritas con un lenguaje claro y fácil de entender. Desde el gigante Facebook hasta cualquier empresa que utilice datos digitales de sus clientes tendrán que especificar en el documento qué uso harán de los datos personales, durante cuánto tiempo se conservarán, con quien se compartirán, si serán transferidos fuera de la UE y cómo retirar el consentimiento, que deberá ser específico, informado e inequívoco, cuando un cliente desea retirarlo.

ACCESO A DATOS // El reglamento garantiza el acceso de todos los usuarios a los datos personales en manos de una organización, de forma gratuita, así como a obtener una copia en un formato accesible. Aunque en ocasiones prevalece el interés público, el reglamento también consagra el derecho de los usuarios a solicitar la corrección de datos inexactos o incorrectos. La normativa también consagra el derecho a oponerse a la recepción de publicidad directa, la obligación de las empresas de no enviar formularios con casillas premarcadas y más protección para los menores. Por ejemplo los menores de 16 no podrán seguir utilizando aplicaciones y servicios digitales sin autorización paterna.