El huracán Dorian, de categoría 5, alcanzó ayer las Bahamas con picos de viento sostenido de 322 km/h, y avanza amenazante hacia la costa este de EEUU. Los gobernadores de los estados de Carolina del Sur y Georgia ordenaron ayer la evacuación obligatoria de las zonas costeras, afectando a más de un millón de personas.

El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, instó a la población a dejar sus casas a partir del mediodía de ayer por «su seguridad personal». En este estado, la orden suma unas 830.000 personas de ocho condados e incluye todos los centros de salud de la zona. Las autoridades han puesto a disposición de los ciudadanos una serie de refugios. En Georgia, el gobernador, Brian Kemp, ordenó la evacuación en los seis condados costeros a partir de este mediodía.

En Florida, las autoridades decretaron el cierre de puertos y aeropuertos y ordenaron suspender los servicios de trenes y escuelas.

El Dorian tocó en las Bahamas en la madrugada del domingo al lunes. En las islas Ábaco provocó la destrucción de 13,000 viviendas y la caída de las telecomunicaciones, según Cruz Roja.

De momento, no hay información sobre la pérdida de vidas humanas, pero los daños materiales son cuantiosos. Las calles se convirtieron en auténticos ríos que se llevaron por delante casas y vehículos. El huracán ha arrasado a su paso, con vientos que en algunos momentos han alcanzado los 295 kilómetros por hora.