La economía mundial anda con pies de plomo ante el impacto que puede provocar el coronavirus a escala planetaria. Los transportistas, uno de los sectores golpeados por el virus, no son ajenos a esta situación. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), está en estado de alerta, ya que «el problema sanitario puede pasar a ser económico».

El secretario general de la principal patronal del sector en España, José María Quijano, afirma que las empresas, sean de gran tamaño o pequeños transportistas, se pueden ver afectadas «y en un mes encontrarse conque no tienen trabajo». Quijano recuerda que el sector viene de unos meses «complicados» por la pérdida de horas de actividad, con motivo de los cortes de carreteras el pasado octubre durante las protestas independentistas y de la borrasca Gloria este enero. «La parálisis del transporte por carretera sería la gota que colma el vaso», lamenta el dirigente de la CETM, quien, no obstante, apuesta por «no entrar en pánico y seguir las recomendaciones del Gobierno».

En Italia, con más de 200 muertos por el coronavirus, el Gobierno acaba de anunciar la prohibición por decreto de entradas y salidas de la región de Lombardía y otras 14 regiones consideradas «zonas rojas» desde ayer y hasta el 3 de abril, tiempo suficiente para detectar cualquier posible nuevo caso. Está por ver cómo afectará ahora esta drástica medida en el transporte de mercancías.