La gran figurinista Yvonne Blake (Manchester, Reino Unido 1940) ganadora de un Oscar y cuatro Goya, Premio Nacional de Cinematografía en el 2012, falleció a los 78 años tras las complicaciones que le provocaron el ictus cerebral que sufrió el pasado enero mientras se encontraba en el despacho de la Academia de Cine ejerciendo sus labores como presidenta, un cargo que ostentó durante dos años tras la renuncia de Antonio Resines en el 2016.

Blake es considerada a nivel internacional como una de las grandes diseñadoras de vestuario de la historia del cine y en su currículo profesional encontramos algunos trabajos inolvidables. Era una auténtica experta en cine de época, donde consiguió alguno de sus mayores logros artísticos, como es el caso de la monumental Nicolás y Alejandra (1971), película por la que ganó la preciada estatuilla de Hollywood.

TRABAJOS ICÓNICOS // Pero si por algo pasará a la posteridad es por ser la autora de algunos trabajos icónicos dentro de la cultura popular, como la indumentaria hippy de la trasgresora ópera rock Jesucristo Superstar y sobre todo, por trasladar del cómic a la pantalla el traje de Superman que luciría Christopher Reeve en la película de Richard Donner de 1978. En sus anotaciones sobre el diseño de la prenda especificaba los leotardos azules brillantes, la capa roja, las botas de cuero y la totémica S en rojo y oro a juego con el cinturón. Una imagen que quedaría para siempre incrustada en el imaginario colectivo. Varoas veces confesó que su mayor miedo en aquel momento era que un hombre en mallas y calzoncillos no resultara ridículo.

Vistió a estrellas como Audrey Hepburn, Sean Connery, Michael Caine, Marlon Brandon, o Robert De Niro. Y trabajó a las órdenes de directores fundamentales como François Truffaut en la célebre distopía Farenheit 451 (de 1966) o Paul Verhoeven en Los señores del acero (1985).

Fue una incansable trabajadora hasta el final y acérrima defensora de la mujer en el entorno laboral. Cuando comenzaron a destaparse los casos de abuso sexual gracias al movimiento #MeToo, Yvonne declaró que fue violada a los 24 años por un productor.