Las personas que carecen de una vivienda digna y, además, sufren pobreza energética tienen cuatro veces más problemas mentales que el resto de la población. Así lo constata el informe Radiografies de la situació del dret a l’habitatge, la pobresa energètica i el seu impacte en la salut, que se presentó ayer.

La radiografía de la situación, obtenida a partir de una encuesta realizada a un centenar de personas atendidas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), revela que el 82% de las mujeres consultadas y el 70% de los hombres sufren ansiedad o depresión frente al 20% y el 16%, respectivamente, habituales en el resto de los ciudadanos.

Muchas de estas personas han encadenado desahucios, han sufrido desalojos por impago de hipoteca, por no poder hacer frente al alquiler y, por último, también han sido desalojadas de las casas que se han visto obligadas a ocupar ante la falta de alternativas.

El estudio también revela que el 48% de los encuestados sufre pobreza energética y que un 73% de ellos ha okupado la vivienda en la que reside en la actualidad. De ellos, el 38% tiene pinchados los suministros de agua, luz o gas.

Anna Novoa, técnica de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, relata los rasgos de la vivienda que inciden en la salud. Entre las deficiencias cita la dimensión del piso, la duración de los contratos, el barrio donde se ubica la residencia y también las dificultades o el retraso en los pagos. El informe recomienda evitar «la sobremedicación con fármacos» y potenciar otro tipo de ayudas; por ejemplo, acudir a plataformas ciudadanas como la PAH o la Alianza contra la Pobreza Energética (APE).

En la elaboración de esta radiografía sobre la precariedad han participado entidades como la PAH, APE y el Observatorio DESC. María Campuzano, portavoz de la APE, denuncia «el acoso» que sufren algunos usuarios por parte de las empresas suministradoras. El 18% de los consultados reconoce haber sido objeto de estas prácticas intimidatorias. Y es que más de la mitad de los encuestados tiene retrasos en el pago de las facturas y de estos, tres cuartos adeuda más de 3 recibos.

Lucía Delgado, portavoz de la PAH, reconoce que al 90% de la gente que acude a la plataforma le queda menos de 400 euros para pasar el mes tras pagar la hipoteca. Por ello, Delgado asegura que el informe «es primordial»: «Hablamos de números pero son personas. Son familias que están buscando soluciones dignas, y que sus vidas están afectadas a nivel de salud y familiar».

emergencia social // A su juicio, es una situación de emergencia social. «No podemos tener una sociedad enferma», concluye. No en vano, ayer mismo Delgado asistió a 3 desahucios en Barcelona.