Dos días después del hallazgo del cadáver de Blanca Fernández Ochoa en la sierra de Madrid, la familia recibió ayer sus restos para poder velarlos hoy y, posteriormente, esparcir sus cenizas por Siete Picos, la que era la montaña preferida de la esquiadora.

Cumplirán así el deseo de Blanca, según explicó su hermana Lola, quien indicó que están «destrozados» y que la identificación no ha sido fácil porque «llevaba muchos días a la intemperie».

Ante las especulaciones sobre las causas de la muerte, y a la espera de conocer los resultados definitivos de la autopsia, sentenció: «Me da exactamente igual cómo haya fallecido, lo duro es que ha muerto y hasta ahora todo el mundo se ha portado fenomenal, el caso es que no está».

A las 17.40 horas y una vez recibido el visto bueno del juez de Collado Villalba que lleva el caso, salieron del Instituto Anatómico Forense de Madrid los servicios funerarios encargados del trasladar el cuerpo al tanatorio Cercedilla, donde hoy se abrirá de 09.00 a 21.00 horas el velatorio.

El ministro de Cultura y Deporte en funciones, José Guirao, y la presidenta del Consejo Superior de Deportes, María José Rienda, anunciaron que acudirán a acompañar a su familia, que confirmó que el velatorio será público, pero la despedida será íntima. «Fue una pionera, la primera mujer española en alcanzar la gloria olímpica», señaló la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa.