He hablado más con mi marido estos días que en todo el tiempo que llevamos juntos, proclama orgullosa Carmen Trompeta, esposa de Pedro Morilla, director deportivo del Wuhan Shangwens y uno de los 19 españoles repatriados ayer desde China para escapar del letal coronavirus que ha dejado ya más de 200 muertos y 10.000 infectados.

Todos estarán aislados, pero podrán recibir la visita de sus familiares cuando lo autorice el Gobierno, en la planta 17 del Hospital Militar Gómez Ulla, dos pisos por debajo del búnker habilitado en 2015 para combatir enfermedades tan contagiosas como el ébola.

Carmen espera ahora paciente junto a su hijo recibir noticias para saber cuándo puede ver a su esposo tras días de incertidumbre y desasosiego instalada en Granada donde trabaja. Hemos estado muy nerviosos pero ya vemos la luz al final del túnel, añade antes de revelar ya relajada que lo que más le apetece ahora es llevarle a Pedro Morilla un cocido madrileño de su madre. En cuanto pueda me cojo el AVE y me planto en Madrid, comenta animada.

Con el mismo talante de alivio reconoce Rocío Maldonado las ganas que tienen en su casa de Sevilla de abrazar a su hermano José Antonio, otro de los deportistas atrapados hasta la noche del pasado jueves en Wuhan, a casi 10.000 kilómetros de Madrid.

DÍAS DE ANGUSTIA

Al igual que el resto de los familiares de los españoles repatriados este viernes, Rocío se siente más tranquila tras vivir días de angustia al lado de sus padres, Manuel y María de Carmen, que desean encontrarse con su hijo lo antes posible.

No será esta tarde, porque la mayoría de los allegados del equipo deportivo reside fuera de Madrid y tiene aún dudas acerca del protocolo activado por el Gobierno de España para las visitas en el Hospital Gómez Ulla, tomada ayer su entrada por curiosos, cámaras de televisión y periodistas a la espera de la llegada de los repatriados.

Hasta este domingo tampoco se trasladará desde Sevilla al hospital Mónica Nicolás, mujer de Manuel Vela, desbordada y agradecida por la inmensa cantidad de apoyo y muestras de cariño recibidas durante los últimos días.

Hemos pasado mucho miedo, admite mientras espera la llamada de Vela, con el que ha estado en contacto permanente. El avión fletado por el Reino Unido desde Wuhan con 120 pasajeros hizo una primera escala en Londres para dejar a los ciudadanos británicos y retomar poco después el vuelo hacia Madrid.

"Me acaba de decir Oliver que en nada salen de Londres para España", comentaba eufórica poco después de las tres de la tarde Elena Abreu, mujer de Oliver Cuadrado, madrileño y preparador del porteros en Wuhan. La vista a su marido también puede esperar, reconoce, "porque aún no nos han confirmado que podamos estar con ellos", añade resignada pero satisfecha porque "pronto le podré abrazar".

APOYO MÉDICO ESPAÑOL

En la capital británica, a petición de las autoridades londinenses y chinas, subieron a la aeronave tres médicos y una enfermera españoles para acompañar a los repatriados en el viaje de vuelta hasta la Base Militar de Torrejón de Ardoz.

"Estamos todos emocionados y aliviados", insiste Manolo Maldonado, quien duda de que esta noche pueda ver a su hermano pero confía en hacerlo este sábado para poder tranquilizar a sus padres, "expertos" ya en todo lo que tenga que ver con Wuhan, epicentro del brote de coronavirus.

Tras más de una semana encerrados en sus casas para evitar el contagio, los españoles aterrizaron con ganas de abrazar y tranquilizar a sus familiares, angustiados aunque ya más tranquilos por las preocupantes noticias que llegan cada día de este fatal virus que ha vaciado las calles de las principales ciudades chinas.

La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, confirmó esta mañana que los españoles están asintomáticos y pasarán un periodo de 14 días de cuarentena, periodo máximo de incubación del virus. Los españoles llegaron a Madrid junto a un polaco residente en España y una ciudadana china casada con un español que está embarazada.

En el mismo vuelo, que salió con más de cinco horas de retraso de la ciudad china por los controles de migración y sanidad, aterrizaron dos matrimonios daneses y un ciudadanos noruego. Todos fueron trasladados al Hospital Militar Gómez Ulla donde permanecerán en observación constante y podrán recibir las visitas de familiares siempre cumpliendo los protocolos de Sanidad para evitar sustos.

En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, González Laya mostró la "alegría" del Gobierno por la llegada de estos españoles, que aterrizaron en Torrejón en "condiciones sanitarias seguras" y que, tras el periodo de 14 días en observación, podrán reintegrarse "con seguridad" a la vida en España.

"Es muy importante el seguimiento de los ciudadanos en el exterior y tanto la acogida como el apoyo que han tenido por parte de las autoridades consulares y diplomáticas, el cual ha sido correcto y hemos logrado en un tiempo récord montar este dispositivo de evacuación para que lleguen a España", manifestó la ministra.

AUTORIDADES CONSULARES

González Laya recordó que hay "cientos de ciudadanos españoles" que están en otras zonas de China y que están siendo acompañados y atendidos por las autoridades consulares y la Embajada Española en China.

Además, informó de que, "de momento", los diplomáticos españoles se van a quedar en el país asiático, al igual que los del resto de países de la Unión Europea. "No hay motivo para el pánico. Quiero mandar un mensaje de tranquilidad porque los ciudadanos españoles que están en China prestando sus servicios en el exterior lo van a seguir haciendo con normalidad, si bien siempre siguiendo las consignas que nos da el Ministerio de Sanidad, la Organización Mundial de la Salud y las autoridades comunitarias", recalcó la ministra.

Respecto a que la OMS haya declarado el brote de coronavirus como una emergencia sanitaria internacional, González Laya aseguró que al Gobierno presidido por Pedro Sánchez le ha parecido "bien", ya que lo que "más preocupa" es que el coronavirus se extienda a países que tienen una capacidad "muy débil" para luchar contra el virus, algo que no sucede en España donde hay unas infraestructuras y unos profesionales sanitarios capaces de hacerle frente.

"Hay que tratar todo esto con precaución pero con calma. Lo más importante es que mantengamos la calma y que siempre estemos atentos a las consignas de seguridad pero sin caer en una situación de pánico", zanjó la ministra de Asuntos Exteriores.