Un estudio experimental que ha comprobado la utilidad de la azitromicina contra el dengue y la fiebre amarilla ha mostrado que ese medicamento es eficaz contra el zika y que su uso podría resultar “prometedor para embarazadas”, afirma el catedrático de Parasitología de la Universidad de Valencia, Santiago Mas-Coma.

Si con virus del mismo grupo “somos capaces, nos induce a pensar que con el zika también lo conseguiremos”, afirmó Mas-Coma, quien participa en Tenerife en el foro CampusÁfrica, en el que especialistas de varios países hablan de cuestiones como la calidad biológica medioambiental, el diagnóstico de enfermedades tropicales y del desarrollo de vacunas.

Mas-Coma, que pertenece al grupo de expertos de la OMS, explicó que la gravedad del zika radica en que la mayoría de las personas infectadas no producen síntomas o los producen tan leves que apenas les dan importancia, y es que es un virus similar al dengue o a la fiebre amarilla. H