La Comunidad Valenciana comienza a respirar después de sufrir cuatro incendios simultáneos durante los últimas días en Bolbaite, Terrateig, Benifairó y Carcaixent. El presidente autonómico, Ximo Puig, ha pedido paciencia a los conductores porque aún faltan horas para que la circulación de todas las vías afectadas se restablezca totalmente y, en especial, a las decenas de vecinos desalojados y que quizás tendrán que esperar para regresar a sus domicilios. Que vuelva la normalidad será tan solo cuestión de tiempo porque lo peor ya ha pasado.

El fuego de Bolbaite, iniciado el miércoles por la mañana, ha terminado quemando más de 1.500 hectáreas de seis municipios distintos y ha obligado a desalojar a 200 personas. Este sábado ha podido darse por controlado después de que los técnicos confirmaran que ya no hay ninguna llama activa.

El delegado del Gobierno en esta comunidad, Juan Carlos Moragues, también ha añadido que en el caso del incendio de Carcaixent, con más de 1.300 hectáreas arrasadas y cientos de desalojados, los trabajos de extinción también están dando sus frutos y "empieza a estar estabilizado".

Los otros dos fuegos registrados en la provincia de Valencia en las últimas 48 horas están extinguido (Terrateig) o controlado (Benifairó de les Valls), según Moragues, que ha acudido este sábado, junto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, al puesto de mando avanzado (PMA) establecido en Carcaixent.

Los esfuerzos de los bomberos, con más de 500 efectivos desplegados sobre la zona y diez medios aéreos sobre volándola, se centran en estos momentos en el fuego de Carcaixent, donde permanece cortada la carretera CV-50, que une Alzira y la Valldigna.