Se identificaba como policía y les preguntaba por su situación legal. Les decía que debían portarse bien con él para que emitiera un informe favorable y no perjudicarlas. Siempre iba solo y en ocasiones les mostraba una placa de pequeño tamaño para intentar intimidarlas. En uno de esos controles en los pisos donde estaban las víctimas, logró obtener sexo gratis. Pero precisamente la exhibición de esa placa falsa hizo sospechar a las mujeres; ellas mismas lo denunciaron.

Así, agentes de la Policía Nacional detuvieron a este hombre, de 38 años, como presunto autor de un delito de abuso sexual y usurpación de funciones públicas. Actuaba en viviendas de Badajoz y Almendralejo (Extremadura) destinadas a la prostitución.