La fiscal del Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona, que instruye el caso Raval, acusa a ocho mossos de "homicidio" por la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, tras ser reducido por los Mossos d'Esquadra el pasado 5 de octubre. En su primer escrito, la fiscal les atribuía un "delito contra la vida".

La fiscal acusa también a otros dos agentes de "obstrucción a la justicia y coacciones". Son, en concreto, un agente que limpió la sangre del detenido que cayó en la acera y otra que subió a pedir a una vecina si habían tomado fotos.

En una vista a la que han sido convocadas las partes del caso para que trasladen sus peticiones, un trámite previsto dentro del procedimiento del Tribunal del Jurado y a la que han asistido los imputados junto a sus defensas, la fiscal solicita más pruebas complementarias.

La acusación popular y la particular, ejercida por la familia, también consideran "homicidio" o "alternativamente asesinato" los hechos porque, justifican, Benítez "no podía defenderse".

El abogado de la familia, David Aineto, acusa a los mossos además de delitos de coacciones, contra la integridad moral y falsedad documental, y añade el delito de detención ilegal.