La Fiscalía ha presentado una denuncia contra el presunto autor de una agresión homófoba a un joven en un local de comida rápida de Barcelona y a un vigilante de seguridad al que acusa de no intervenir para impedir el ataque, ocurrido la víspera del Día del Orgullo Gay del año pasado.

En su denuncia, la Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación de Barcelona acusa al presunto autor de la agresión homófoba, J.M.S.G., de un delito contra los derechos fundamentales y la integridad moral e imputa otro de omisión del deber de impedir delitos al vigilante de seguridad del establecimiento.

El ataque, que fue grabado en vídeo y difundido por las redes sociales hasta convertirse en viral, ocurrió en un local de comida rápida de la Ronda Universidad de Barcelona, cuando un hombre increpó a un joven reprochándole que vistiera de forma "femenina" y lo agredió al tiempo que le decía "Quieres ver cómo te la suelto? Te voy a hacer heterosexual a hostias".

Según mantiene el ministerio público en su escrito de acusación, la víctima se dirigió al local el día 28 de junio del 2019, tras haber participado en la plaza Universidad de Barcelona en los actos del pregón, con motivo de la celebración del Día del Orgullo LGTBI.

Cuando el hombre se encontraba "tranquilamente" pidiendo una consumición en las máquinas de autoservicio del local, el cliente denunciado lo "increpó de forma agresiva por la espalda", sin que mediara discusión o enfrentamiento previo, "de forma absolutamente gratuita" y con "ánimo de vejar públicamente" a la víctima, sostiene el ministerio público.

Según el fiscal, el denunciado "comenzó a reprenderle de forma hostil y perfectamente audible por la clientela del restaurante", humillándole con expresiones vejatorias, y le dio un empujón con el que provocó que la víctima se golpeara con la máquina dispensadora de bebidas, "todo ello en medio de gritos con continuos reproches a su vestimenta".

La agresión, añade el ministerio público, fue presenciada por un vigilante de seguridad del establecimiento, D.J.T, quien no intervino para evitarla, pese a que sabía del "carácter conflictivo" del acusado, puesto que había protagonizado problemas anteriores con otros clientes del local.

El vigilante, según la Fiscalía, "permaneció inactivo", permitiendo "que se llevara a cabo la humillación pública de la víctima, sin intervenir activamente para frenar la conducta humillante", y se limitó a avisar a los Mossos d'Esquadra para comunicar que "dos clientes se estaban amenazando entre ellos".

Por este motivo, el ministerio público dirige también su denuncia contra las compañías de seguros del establecimiento donde ocurrieron los hechos y de la empresa de seguridad que tenía contratado al vigilante, para que paguen las eventuales indemnizaciones que puedan acordarse en sentencia.