Dos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de València, redactores de un informe médico en la causa que investiga el homicidio de Marta Calvo, han abierto la puerta a que se investigue si, además de cocaína en importantes cantidades, el principal sospechoso de su muerte y de la otras dos jóvenes en los meses anteriores les administraba a escondidas otra sustancia distinta.

Es una conclusión lógica, mencionada ya por la Guardia Civil en varios de sus informes, a tenor del cuadro clínico que describen todas y cada una de las ocho mujeres que sobrevivieron a encuentros sexuales con Jorge Ignacio P. J., el presunto autor de tres muertes violentas cometidas el año pasado en un plazo de ocho meses: la de Marta Calvo (7 de noviembre), Lady Marcela Vargas (15 de junio) y Arliene Ramos (25 de marzo).

La Fiscalía solicitó al IML un informe para que se pronunciaran sobre el potencial efecto mortal de la cocaína administrada por vía vaginal y anal, tal como era costumbre en el ahora encarcelado. Los forenses, además de confirmarlo, ponen el acento de una manera clara en el hecho de las mujeres que estuvieron con Jorge Ignacio P. J. y han podido contarlo, sufrieron síntomas no relacionados con la cocaína. «Llama la atención, en la declaración de las víctimas, que manifiestan una clínica, coincidente en todos los casos, que no es la descrita [en la literatura médica] para la intoxicación aguda por cocaína», señalan los especialistas del IML.