Las fortalezas personales son el conjunto de habilidades psicológicas y aquellas actitudes que nos hacen destacar, suponiendo una ventaja frente a otras personas. Tienen un valor positivo, nos ofrecen un carácter definitorio y nos hacen que, de forma fácil y sencilla, seamos capaces de llevar a cabo diferentes tareas. Hay un total de 24 fortalezas personales definidas por la Psicología Positiva, encontrándose en todos nosotros, pero en diferentes valores. Todos tenemos unas pocas de ellas más potenciadas y es lo que nos hace propensos a desenvolvernos mejor en diferentes ambientes o el tener diferentes aficiones.

Las fortalezas personales parecen ya diseñadas desde nuestra infancia. Es cierto que, a medida que crecemos, podemos trabajar de forma deliberada en potenciar algunas de ellas si nos fuera necesario. Lo importante es saber cuáles son las nuestra o cuáles nos hacen falta para poderlas trabajar. Es algo muy fácil de aplicar con nuestros hijos, ya que aprenden rápidamente y se divierten mientras lo hacen. Como padres podemos enseñarles a descubrirlas y encontrar la forma de que la usen en su día a día.

Puntos fuertes

Cuando cada persona conoce aquellos puntos donde sabe desenvolverse con facilidad, deja de nadra a contracorriente. Puede fluir y crecer con mayor facilidad, aplicar lo que se le da bien sin esfuerzo y desarrollar éxito en esas áreas. Si escogemos profesiones que no nos permiten usar nuestras fortalezas, se nos hace tedioso, sentimos frustración y con facilidad nos estancamos. Las aficiones que tenemos o las cosas que deberían hacernos disfrutar también tendrían que ir acordes a dichas fortalezas. Es por eso que es tan importante que las conozcamos y se las podamos hacer ver a nuestros hijos, ya que están en una etapa donde necesitan herramientas que sepan usar fácilmente.

Las siguientes áreas son aquellas que englobarían las 24 fortalezas personales. Debemos ir observando en cuáles de ellas nuestros hijos se encuentran cómodos y disfrutan. Para ello, podemos ir propiciando juegos que pongan a prueba cada área, con el fin de que descubramos dichas fortalezas. Estas son las áreas que debemos ir observando:

1. Sabiduría y conocimiento

Incluye las fortalezas de creatividad, curiosidad, perspectiva, amor por el aprendizaje o juicio crítico. Los niños con alguna de estas fortalezas tienen una gran capacidad para aprender y aplicar ese conocimiento, buscan el desarrollo y crecen a través de los errores.

2. Justicia

Los niños que en esta área se encuentran cómodos buscan eliminar las injusticias, resolver conflictos y ser equitativos con los derechos de los demás. Aparecen las fortalezas de responsabilidad, equidad y liderazgo.

3. Humanidad

Son niños con una gran empatía, con la capacidad de ponerse en el lugar del otro y buscar lo mejor para los demás. Aparecen el sentido de intimidad, la bondad y la inteligencia social.

4. Valentía

Estos niños tienen como objetivo lograr sus metas y superar diferentes obstáculos. No implica que sean temerarios, sino que observan el miedo y buscan la forma de superarlo. La valentía, la perseverancia, la integridad o el entusiasmo son fortalezas dentro de esta área.

5. Disciplina

Cuenta con las fortalezas de misericordia, autocontrol, humildad y prudencia. Buscan una vida estable, saben cuándo algo es suficiente y cuándo parar. No se dejan llevar fácilmente por los caprichos o la impaciencia.

Cuando los niños conocen aquellas áreas donde se desenvuelven con una mayor facilidad o sus fortalezas personales, encuentran más fácilmente el camino a su bienestar. Buscarían siempre alinear sus emociones con sus valores y con dichas fortalezas, buscarán actividades donde sentirse cómodos y donde lograrán tener con una mayor facilidad éxito. Por eso, como nos importa su bienestar, tenemos que ayudarles en ese autoconocimiento.

* Ángel Rull, psicólogo.