Francia conmemoró oficialmente ayer el primer aniversario de los atentados yihadistas de París, con homenajes en cada uno de los escenarios de las matanzas, consciente de que la amenaza terrorista todavía durará.

El presidente francés, François Hollande, recorrió los escenarios, en los que 130 personas fueron asesinadas y cientos resultaron heridas, desde el Estadio de Francia y terminando en el Bataclan.

En el Estadio de Francia se produjo el único discurso, a cargo no del presidente, sino de uno de los hijos de Manuel Dias, la primera persona que murió en los atentados, quien señaló que su padre no habría querido que su recuerdo estuviera asociado al odio.

Por eso terminó su discurso con un «¡Viva la tolerancia, viva la inteligencia, viva Francia!».

El jefe del Estado siguió con las ceremonias, acompañado de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en las terrazas de los bares y restaurantes donde los terroristas tirotearon o hicieron explotar sus cinturones de explosivos la noche del 13 de noviembre de 2015 (Carillon, Petit Cambodge, Bonne Bière, Comptoir Voltaire y Belle Équipe).

La última etapa fue en el Bataclan, la sala de fiestas que registró la mayor masacre (90 muertos) y que anoche reabrió sus puertas después de un año de reconstrucción con un concierto. H