A partir del próximo curso académico, los alumnos franceses no podrán usar sus teléfonos móviles en colegios e institutos. La Asamblea Nacional ha probado un proyecto de ley que Emmanuel Macron prometió durante la campaña presidencial pero que genera un gran escepticismo. El texto ha salido adelante con los votos del grupo mayoritario de la Cámara, La República en Marcha, y del centrista MoDem, pero el resto se han opuesto a una iniciativa que juzgan inútil e incluso hipócrita. «Una simple operación de comunicación», dicen. E.C.