De la manga corta al edredón. El brusco cambio del tiempo que este viernes ha empezado a afectar ya al extremo oeste de la península Ibérica va a llegar acompañado de una caída acusada de las temperaturas y nevadas importantes en el Pirineo. "Todo es consecuencia de la entrada de una masa de aire polar que sustituye la masa cálida que hemos tenido los últimos días", explican fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). De los 20 grados que se disfrutaron durante el puente de Todos Santos, se pasarán a temperaturas máximas de 10 grados.

El frente frío, que los expertos definen como muy activo, es decir con abundantes precipitaciones y tormentas, recorrerá la Península de noroeste a sureste durante la jornada del sábado. Tras el paso del frente llegará la primera irrupción de aire frío, que afectará a toda España y que provocará un descenso "localmente notable" de las temperaturas a lo largo del domingo. Será más acusado en el norte y noroeste.

Esto provocará un descenso de la cota de nieve hasta los 1.200 o 1.400 metros en la cordillera Cantábrica y de hasta los 1.400 y los 1.800 metros en el Sistema Central y Pirineo. Será el domingo, según estima la agencia de meteorología, cuando se producirán las nevadas más copiosas, justo a tiempo para que las estaciones de esquí puedan empezar a preparar las pistas de cara al inicio de la temporada, anunciada para el próximo 2 de diciembre.

RIESGO DE HELADAS LA SEMANA PRÓXIMA

El pronóstico para la próxima semana no cambia demasiado, avisa la Aemet. Probablemente hasta el final de la semana siguiente, continuarán las precipitaciones persistentes en el extremo norte peninsular con lo que la acumulación de agua en zonas bajas y de nieve en zonas de montaña serán importantes. Las temperaturas se situarán, claramente, por debajo de sus valores normales y las heladas se irán generalizando en zonas del interior peninsular, siendo fuertes en zonas altas.