Brilla el sol en buena parte del Medio Oeste de Estados Unidos, pero no son días para salir a la calle porque cualquiera corre el riesgo de congelarse literalmente si pasa unos minutos de más a la intemperie. Ese es el mensaje que están lanzando las autoridades ante la ola de frío polar que recorre varios estados del país, con temperaturas de hasta 32SDgr bajo cero en Minneapolis, 28 negativos en Chicago o 25 bajo cero en Des Moines, agravadas por una sensación térmica que puede superar los 40SDgr bajo cero. El frío extremo y potencialmente mortal ha llevado a tres estados a declarar el estado de emergencia y ha paralizado la actividad normal en toda la región, con vuelos cancelados, colegios e instituciones cerrados y también la interrupción del servicio de correos.

Las temperaturas extraordinariamente bajas son producto de un vórtice polar, definido por el Servicio Nacional Meteorológico (NWS) como un «área de baja presión de gran envergadura y aire frío que rodea los polos de la Tierra» y se expande «enviando el frío hacia el sur junto a una corriente de aire en chorro». La última vez que sucedió en EEUU fue en el 2014, pero esta vez los termómetros están alcanzando registros no vistos en décadas.

Las condiciones son tan extremas que hace más frío en partes de EEUU que en regiones de Alaska, Siberia y el Polo Sur. Las aerolíneas han cancelado ya más de 2.000 vuelos en todo el Medio Oeste, una región que se extiende desde Dakota del Norte y Minnesota a Misuri y Pensilvania.

Hasta el momento se han registrado cinco muertes asociadas a las bajas temperaturas. La previsión de los meteorólogos es que el vórtice polar se prolongue entre cuatro y ocho semanas más, aunque las temperaturas serán oscilantes y variarán.