Portugal sigue su lucha contra los incendios que azotan el centro del país en medio del desconcierto y las preguntas de la ciudadanía. El número heridos crece --ayer se hablaba de más 175 personas más atendidas, y se mantenían los 64 muertos-- al mismo ritmo que la sensación de descontrol.

La situación ayer por la tarde era especialmente preocupante en Góis, localidad situada a unos 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, epicentro de una tragedia que se inició el sábado.

El caos fue importante durante la tarde, cuando Protección Civil tuvo que desmentir una información que circuló durante la tarde y que hacía referencia a la caída de uno de los aviones que trabajaba para apagar las llamas. Tras enviar efectivos a la zona de la explosión, el comandante del cuerpo, Vítor Vaz Pinto, explicó que se había tratado de una caravana abandonada con botellas de gas en su interior que explotaron.

Aunque por el momento la ciudadanía portuguesa hace más preguntas que críticas a la actuación de las autoridades, si hay algún colectivo que se salva de las mismas es el de los bomberos. Más de 2.000 efectivos, de los cuales casi 200 son españoles tras sumarse ayer un contingente andaluz, combaten el fuego día y noche. La muestra de su esfuerzo es una imagen en la que se ve a 13 agentes descansando en un parque, que se ha hecho viral y ha sido compartida más de 70.000 veces en Facebook.