Un incendio intencionado en unos célebres estudios de animación causó ayer al menos 33 muertos y decenas de heridos en la ciudad japonesa de Kioto. El ataque afectó a las tres plantas de la sede de la compañía Kyoto Animation en la que trabajaban unas 70 personas, según la prensa local. Una decena de los heridos se encontraban en estado crítico, según fuentes hospitalarias.

Un hombre de 41 años, del que no trascendió el nombre, fue detenido como sospechoso de perpetrar el ataque, en el que también resultó herido. Se desconocen por ahora las motivaciones para provocar el incendio y se esperaba que mejorase su estado de salud para interrogarle en el hospital. Sin embargo, una vecina que presenció el momento en el que los policías sujetaban al posible autor del incendio dijo que el sujeto llevaba un tatuaje en el vientre y que se quejó de que había sido «engañado» por la compañía.

«VAIS A MORIR» // El hombre acudió al edificio a las 10.30 de la mañana (hora local), donde vertió un líquido inflamable, probablemente gasolina. Los testigos explicaron que gritó «Vais a morir» antes de prender fuego. Un vecino señaló a la televisión NHK que escuchó dos grandes explosiones y la policía encontró varios cuchillos en las instalaciones.

El fuego se extendió rápidamente por todo el edificio e impidió salir a los trabajadores que ocupaban las plantas más altas. «Ayudadnos, el fuego está subiendo», explicó un vecino que gritaban los trabajadores.

EMPRESA ICÓNICA // La compañía Kyoto Animation, más conocida como KyoAni, es la mayor de la ciudad. Fue fundada en el año 1981 por Yoko Hata y se ha convertido en un referente de una de las industrias más icónicas del país con historias que describen la vida de estudiantes adolescentes. Entre su catálogo figuran producciones célebres como La melancolía de Haruhi Suzumiya, Una voz silenciosa, K-On! y Lucky Star. Miles de seguidores y artistas han dejado mensajes de condolencia en Twitter y la compañía estadounidense Sentai Filmworks ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para las víctimas. Ayer, en apenas tres horas, se habían conseguido 150.000 de los 500.000 dólares que se había marcado como objetivo.

El presidente, Shinzo Abe, ofreció sus condolencias a las familias y añadió que el ataque era «demasiado espantoso» para ser explicado. El incendio ha impactado a una de las sociedades más seguras y que ocupa las últimas posiciones de criminalidad. El suceso, además, coincidió con la publicación de los datos policiales del primer semestre del año que revelan una caída del 8,7% de los delitos. El número ha bajado sin parar desde el 2002 y se esperaba que este año se alcanzara un mínimo histórico desde el final de la segunda guerra mundial.