La Guardia Civil de Ceuta detuvo ayer en las inmediaciones del Hospital Universitario de la ciudad autónoma al ciudadano marroquí de 38 años que conducía la furgoneta kamikaze que, a las 2.30 horas, se había llevado por delante las puertas de control de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la frontera del Tarajal para introducir irregularmente en territorio español a cincuenta y dos migrantes de origen subsahariano que transportaba hacinados en el vehículo.

Fuentes de la Comandancia local de la Guardia Civil explicaron que el arrestado supuestamente reventó la verja de la Policía Nacional colocada hace apenas un mes e hizo lo propio, aunque ya llevaba todas las ruedas pinchadas, con la del puesto de control aduanero de la Guardia Civil. El detenido fue puesto de inmediato a disposición judicial acusado de presuntos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, lesiones, desobediencia y atentado con empleo de medio peligroso, entre otros.

Tras atravesar las líneas de control marroquís y españolas, ya en la ciudad autónoma, el vehículo fue interceptado a apenas unos quinientos metros de la frontera, en el cruce de la carretera N-352 con el vial de acceso a la barriada del Príncipe y el Hospital Universitario, en cuyas inmediaciones se alcanzó al conductor, que fue entonces detenido.

subsaharianos // En el interior de la furgoneta se encontraron a cincuenta y dos personas de origen subsahariano, treinta y cuatro hombres, dieciséis mujeres y dos menores de edad.

Las fuerzas de seguridad solicitaron el apoyo del Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Inmigración de la Cruz Roja, que constató el «buen estado general de salud» de todos salvo cuatro que fueron trasladados al hospital y posteriormente dados de alta con un esguince de tobillo, un esguince de rodilla, dolor abdominal y también vómitos, respectivamente.