Más de 4,5 billones de euros. Esa es la cantidad de dinero que los líderes de los países del G-20 se han comprometido a inyectar en la economía mundial para hacer frente al mazazo productivo provocado por el coronavirus covid-19. Reunidos virtualmente en una videollamada, los mandatarios prometieron ayer «hacer todo lo necesario» para mitigar el impacto social y económico de la pandemia y reimpulsar el crecimiento. Una imagen anómala para un momento de emergencia excepcional. «Nos comprometemos a usar todas las herramientas disponibles para minimizar el daño económico y social de la pandemia, restaurar el crecimiento global, mantener la estabilidad de los mercados y reforzar la resiliencia», reza el comunicado final del foro. Los más de 4,5 billones de euros prometidos se articularán a través de «políticas fiscales, medidas económicas y avales».

A falta de detalles más específicos, las economías más poderosas del mundo aplaudieron la serie de medidas que se están implementando a escala nacional para paliar los efectos del coronavirus sobre el tejido empresarial y laboral, así como las decisiones tomadas por los bancos centrales para mantener los flujos de liquidez en los mercados y hogares.

Asimismo, pidieron un plan de acción multilateral para «poner de nuevo en pie la economía mundial». Esa respuesta común será diseñada en las próximas semanas por los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales. «Solidaridad y cooperación internacional son más que nunca necesarias para hacer frente a esta pandemia», asegura el texto. Los ministros de Comercio también deberán evaluar el impacto de la crisis y, en función de eso, se impulsarán medidas «proporcionales, transparentes y temporales».

Los participantes en la cumbre del G-20, en la que España está como país invitado permanente, también mostraron su voluntad de aumentar su capacidad productiva para un mayor suministro de productos médicos que estén disponibles «a un precio asumible» y «donde sean más necesarios». Los ministros de Salud cooperarán y compartirán datos epideomiológicos para frenar el covid-19. «Sin una acción agresiva de todos los países, millones de personas podrán morir», recordó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta organización cuenta con datos que indican que más de 150 países tienes menos de 100 casos cada uno, lo que les ofrece la oportunidad de tomar ahora las decisiones necesarias para controlar la transmisión del virus dentro de sus comunidades y evitar los graves costes económicos y sociales que están sufriendo ya otros estados.