Las mujeres pobres --aquellas que sufren una mayor inseguridad social y económica y que proceden de países con más desigualdad y vulneración de derechos humanos--son las principales víctimas de tráfico para la explotación sexual y la prostitución. El 43% de ellas pertenecen a zonas de fuera de la Unión Europea (UE) y las que provienen de la UE son originarias, principalmente, de países de rentas bajas, como Moldavia, Bulgaria y sobre todo Rumanía. El 95,57% de las personas víctimas de tráfico para explotación sexual son mujeres y niñas. En España, la mayor parte de las mujeres explotadas sexualmente residían, el año pasado, en Girona y Almería.

Son datos del Observatorio de Género y Datos Abiertos, un espacio de recursos para mujeres, que además revela que en los países con legislación abolicionista de la prostitución, como es el caso de Suecia, Noruega e Islandia, el tráfico de seres humanos es «prácticamente inexistente».

Aunque Girona y Almería lideran el ránking este último año, el estudio revela las provincias con más mujeres explotadas sexualmente del 2012 al 2018 son Madrid (128), Barcelona (114) y Málaga (79).

A nivel global, por lugar de origen, la mayoría de las víctimas que son obligadas a prostituirse --tanto adultas como niñas-- proceden de Rumanía, país al que le sigue Nigeria, Paraguay, Marruecos y China.