El Gobierno lleva ya varios días defendiendo la necesidad de acordar entre una mayoría amplia de partidos, los gobiernos autonómicos y los agentes sociales unos pactos de reconstrucción para superar el daño social y económico de la pandemia del coronavirus, pero todavía Pedro Sánchez no ha concretado ni el contenido de esos acuerdos ni ha descolgado el teléfono para convocar a los participantes.

El presidente del PP, Pablo Casado, se quejó ayer de no haber recibido ninguna llamada del jefe del Ejecutivo «en los últimos 10 días» para abordar este asunto ni tampoco para consensuar ninguna otra medida para luchar contra el covid-19. La relación entre el Gobierno y el principal partido de la oposición pasa por un mal momento después del enconado debate del jueves en el Congreso. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, intentó rebajar la tensión ayer por la tarde y, en una rueda de prensa en la Moncloa, pidió a la oposición que coja la «mano tendida» de Sánchez para reeditar los Pactos de la Moncloa de 1977 ya que, en estos momentos, afirmó, «el único patriotismo que existe es arrimar el hombro».

Ábalos recordó las «alarmas» que están lanzando organismos supranacionales como la Organización Internacional del Trabajo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo (BCE) para reblandecer a los partidos en general, y al PP en particular, y lograr que sean más «receptivos». «El BCE dice que España afronta la peor crisis desde la guerra civil», declaró. «Sería grave que, cuando [esas instituciones] disparan las alarmas, los partidos en España no estuviéramos a la altura de esas advertencias», continuó.

En el PP, la nueva petición cayó en saco roto. A Casado le «dolió mucho», según fuentes de su gabinete, el discurso de la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, que llegó a decir el jueves en la tribuna del Congreso que está utilizando las víctimas del coronavirus para atacar a Sánchez. El dirigente conservador pidió a la portavoz, de nuevo ayer en una entrevista en Antena 3, que retire esa acusación. Casado desconfía del acuerdo de reconstrucción porque cree que el jefe del Ejecutivo solo busca la foto aunque lo que debería hacer, subrayó, es «salvar vidas». «Yo lo que le pido son pactos por las mascarillas, pactos por los test, pactos para evitar el paro (...) Hay que evitar la destrucción porque no es lo mismo reconstruir un país con un millón más de parados que con tres más», afirmó en la entrevista.

De los partidos políticos de mayor implantación en toda España, el único que ha querido coger la mano tendida de Sánchez ha sido, por ahora, Cs. Vox solo quiere participar en un posible pacto general si se excluye a Podemos, que forma parte del Gobierno de coalición, y a los «separatistas».Tampoco en la Generalitat catalana la invitación a reeditar los Pactos de la Moncloa despierta ningún entusiasmo. La consejera de Presidencia, Meritxell Budó, recordó que su Gobierno está «por la autodeterminación», por lo que sería «incoherente» participar en cualquier acuerdo que suponga «reforzar al Estado» y «recentralizar» competencias, que es lo que se teme que busca Sánchez.

Por su parte, el PNV, socio indispensable en la investidura del líder socialista, señaló que la prioridad debe ser sacar los próximos Presupuestos del Estado. «Se está especulando mucho con grandes pactos (...) Pero la clave es el presupuesto, y si no sale, eso nos aboca muy probablemente a una crisis gubernamental, y, probablemente, a elecciones», avisó Aitor Esteban.