Debilitado por un maremágnum de críticas que no ha hecho más que empeorar en la última semana, el Gobierno trata de calmar el enfado de la oposición. El Ejecutivo busca promover una imagen de unidad y ayer volvió a rescatar la idea de impulsar una cooperación similar a la que permitió alumbrar en la transición los Pactos de la Moncloa, los acuerdos entre formaciones de todos los signos políticos que en 1977 posibilitaron la reconstrucción del país.

Los partidos actuales, sin embargo, no parecen demasiado receptivos a la idea. Ya no solo critican al Gobierno por tomar medidas de forma tardía o ineficaz, sino que ahora centran sus acusaciones en la «unilateralidad» con la que, según denuncian, está actuando Pedro Sánchez, que prevé contactar en los próximos días con los líderes de los grupos parlamentarios para informarles de esas últimas medidas.

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos tendió el guante a primera hora, cuando señaló que una reedición de los Pactos de la Moncloa sería «un marco positivo». «Si nos planteamos un proyecto de país, de carácter nacional, de acuerdo... vienen muy bien, porque la unidad y el compromiso siempre fortalecen estos proyectos de carácter nacional», dijo en RNE.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES / La idea la había lanzado Sánchez ante el Congreso, cuando compareció a informar sobre la declaración del estado de alarma, el 18 de marzo. Explicó entonces que aquel acuerdo puso fin a la espiral de inflación, encarriló el ingreso de España en la UE y modernizó la economía en tiempo récord. «La unión de todos los hizo posible», recordó.

Pero sus palabras parecen haber quedado en una declaración de intenciones. Desde entonces, las críticas de la oposición se han acentuado. El malestar volvió a evidenciarse ayer en la comisión de Sanidad del Congreso, en la que PP, Vox, PNV y Cs lamentaron que el Ejecutivo actúa con «unilateralidad».

El PP lleva cuatro días denunciando que el Gobierno no ha llamado a Pablo Casado ni para consultarle ni tampoco para anunciarle las trascendentales medidas económicas y sociales que está tomando. En una entrevista en Telecinco, el presidente de los populares acusó a Sánchez de «arrogancia» e «incompetencia» por no tener en cuenta a la oposición en la respuesta a esta crisis. En términos parecidos se pronunciaron dirigentes de Ciudadanos y Vox.

El líder del PP insistió en que no tiene previsto apoyar ni el decreto oficial que prohíbe el despido por fuerza mayor ni el que endurece el confinamiento con la paralización de las actividades no esenciales hasta el próximo 9 de abril si no se hacen cambios. Los populares consideran que la Moncloa está cargando la mayor parte del esfuerzo sobre empresas y autónomos.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, escuchó este planteamiento en varios grupos en el Congreso. El PP le reprochó que actúe con «carta blanca» gracias al estado de alarma y de «extralimitarse». El PNV acusó al Gobierno de haber conocido «por la televisión» que se iba a decretar la alarma. Ciudadanos criticó la «unilateralidad». ERC respondió con una nota: «Si alguien cree que esto se arregla con las soluciones de las derechas es porque no tiene memoria», advierte.